Texto: Luis Ramírez. Fotos: Codesa y Origen
Estas y otras han sido las obsesiones, desde 1976, de la familia Ortiz al frente de Codesa, la firma de Laredo reconocida como ejemplo de excelencia en
La fábrica actual se localiza, desde 1998, en el Polígono La Pesquera de Laredo. ORIGEN la visitó en los albores del verano durante un viaje que representó todo un homenaje al territorio marinero cántabro y concluyó con un paseo en barco por la bahía de Laredo y compartiendo un arroz en el Real Club Naútico de la villa cántabra.
Sello de calidad Anchoa de Cantabria
Lo cierto es que todas las anchoas de Codesa están garantizadas por el sello de calidad “Anchoas de Cantabria”, que emite la Oficina de Calidad Alimentaria (Odeca) del Gobierno cántabro, que certifica que el bocarte (boquerón) ha sido capturado en el Cantábrico durante la campaña de primavera. No es un sello excluyente pero también significa que se ha pescado bajo la modalidad de cerco y que el proceso de elaboración se ha desarrollado, de manera íntegra, en la región.
Junto a esa filosofía basada en preservar la tradición y la
José Luis Ortiz (quien fue presidente de la Asociación de Fabricantes de Conservas de Pescado de Cantabria) está convencido de que las Anchoas del Cantábrico son las mejores del mundo. “Proceden de unas aguas más bravas, por lo que su textura resulta especial, mucho más tersa, que la de las anchoas del Mediterráneo. Y por otras latitudes, como Argentina o China, las anchoas, de la misma especie pero de diferente variedad, son mucho más duras. Además, nosotros podemos tener el pescado en fábrica en un máximo de ocho horas después de su captura, algo que en otros lugares resulta imposible. Los mejores son los bocartes de mayo, porque las aguas están más templadas. No obstante, los inviernos casi caribeños que tenemos últimamente nos han obligado este año a adelantar la campaña casi un mes”.
Destaca José Luis que “tampoco conviene olvidar que en Cantabria somos los grandes maestros mundiales a la hora de elaborarlas. Tras el presalado, según llega el pescado, el proceso de salazón en los barriles (que antaño fueron de madera de roble y hoy son de pvc, con lo que mejora la higiene del proceso), se prolonga durante al menos un año. De abril a abril en el barril decía el antiguo refrán. Del pescado fresco solo se eliminan la cabeza y una parte de las vísceras pero cada kilo de bocarte se convierte en tan solo 250 gramos de filete de anchoa, es decir que la merma es del 75 por 100. Tras sacarlas del barril, las anchoas se lavan, se limpian, se soban, se filetean, se aceitan y se enlatan, un proceso que es pura artesanía”.
La excelencia de la Serie Rosa Edición Limitada
Codesa ha obtenido un gran reconocimiento en el mercado con su producto más Premium, la Serie Rosa Edición Limitada. Fidel Ortiz nos explica su génesis:
Codesa mantiene una producción muy estable de anchoa del Cantábrico en los últimos años, en torno a los 400.000 kilos. El 20 por 100 de esa cifra se destina a la exportación, pero únicamente con objetivo en dos mercados exteriores, Italia y Japón. Fidel Ortiz nos asegura que “son los dos únicos lugares en los que existe una verdadera cultura de la anchoa de calidad, porque en el resto del mundo no hay tal. Hemos hecho intentos en Alemania o en Gran Bretaña y hemos llegado a la conclusión de que solo buscan productos de un nivel muy inferior. Por eso, todos nuestros esfuerzos se centrarán en el futuro en el mercado interior, el italiano y el nipón”.
La especialización en la anchoa del Cantábrico forma parte del alma de Codesa. Por eso, José Luis Ortiz nos cuenta, mientras disfrutamos de sus excelentes anchoas en un paseo por la bahía de Laredo, “que alguna vez hicimos algún intento con conservas de bonito o de chicharrillos, pero nada más. Y ahora, sin abandonar nuestra esencia, hemos puesto en el mercado las gildas”.
La excelencia de la Gilda
Andan muy ilusionados los Ortiz con su último lanzamiento, las Gildas de Codesa, destinadas tanto al consumidor final como a la hostelería y construidas con ing
La clave, anchoas 100 por 100 del Cantábrico, piparras (guindillas) 100 por 100 de Ibarra y aceitunas 100 por 100 Manzanilla natural, con una mezcla de aceite de girasol y de oliva y una preparación totalmente natural. “Salada, verde y picante” como corresponde a este emblema del picoteo nacional. Se presenta en un formato doble, en función de si se utilizan las anchoas de la Edición Limitada o de la Serie Oro. Hay también tarrinas de 30 unidades de gildas dobles para hostelería.
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