La Puesta en Cruz es una variedad blanca, muy minoritaria y en peligro de extinción, presente en la parte zamorana de los Arribes del Duero. Las cepas son de porte semierguido, vigorosas, con hojas dentadas y de color verde oscuro. Es sensible al oídio y la botrytis. Los racimos son medianos, alargados y cónicos, de bayas redondeadas, con la piel fina y de color verde-amarillento. La anchura de sus hombros le da un aspecto de cruz, de donde deriva su nombre. Produce vinos de calidad, con alta acidez natural y con gran potencial de guarda.
Fotos: OCA y El Hato y el Garabato
A un lado y otro de la Raya (o Raia) -el nombre que se le da a la frontera entre España y Portugal- la arquitectura de los
Desde el punto de vista físico, vegetal, lo más llamativo de la Puesta en Cruz es el aspecto de sus racimos: tiene unos hombros bastante marcados que le dan una estructura cruciforme. De ahí deriva su nombre, claro, y, quitando la denominación portuguesa, no tiene sinonimias, aunque en esta zona de Arribes también se le solía llamar, precisamente, Hombros. Suelen ser cepas vigorosas y medianamente productivas, cuyos racimos tienen una brotación temprana y una maduración media. Es una variedad resistente a la oxidación por lo que sus vinos ofrecen una acidez viva y equilibrada, con buena graduación, frescura y estructura, y con notas aromáticas de acacia, flor de naranjo, melosas y también vegetales. Esa notable acidez los convierte en vinos con una alta capacidad de envejecimiento que conservan la complejidad aromática.
Hacia la recuperación
Como ha ocurrido en otros territorios, en Castilla y León se puso en marcha en los años 90 un proyecto de investigación destinado a recuperar variedades minoritarias en peligro y, después, conservarlas genéticamente, homologarlas y trabajar en el desarrollo agronómico y enológico de las mismas. Al frente de esa labor está el Instituto Agroalimentario de Castilla y León (ITACyL). 14 de las 30 variedades que identificaron como únicas o cultivadas a muy pequeña escala, fueron las más interesantes para comenzar el proceso. Nueve de ellas ya han sido reconocidas como ‘variedades recuperadas’, y de esas nueve, seis se vinificaron y se presentaron hace un par de años (con la cosecha de 2019) a viticultores y profesionales del mundo del vino. Entre esas últimas estaba la Puesta en Cruz. Curiosamente, algunos de los mayores expertos de nuestro país no acabaron de ver un claro potencial en los monovarietales de esta uva aunque las elaboraciones que algunas bodegas de Arribes hacían y siguen haciendo parecen contradecir aquella visión.
Entre esas bodegas está El Hato y el Garabato, en Formariz (Zamora), de Liliana Fernández y José Manuel Beneítez. Su proyecto bod
Frontio también trabaja con la Puesta en cruz. Esta otra bodega está en la localidad vecina de Fermoselle. Al mando, el danés Thyge Benned Jensen, rebautizado como Chus (que sería lo más parecido fonéticamente en español a la hora de pronunciar su nombre). Su vino de Puesta en Cruz se llama Puesta en Chus y, en realidad, se trata de un orange wine con gran personalidad que, sumado a los de El Hato y el Garabato, no hace sino dar cuenta de la versatilidad y del potencial de esta variedad.
Pocos más monovarietales de Puesta en cruz podemos encontrar hoy en el mercado, aunque ya hay proyectos de filosofía similar a los anteriormente nombrados que han comenzado a plantarla, como el de Fernando Ortíz, Territorio Luthier, en Aranda de Duero (Burgos). Las cualidades fenólicas, antioxidantes y antimicrobianas de esta variedad la convierten en una de las más prometedoras del panorama español. No le pierdan la pista…
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JOSÉ MANUEL BENEÍTEZ
Enólogo y bodeguero
Bodega El Hato y el Garabato (Formariz, Zamora)
¿Qué destacarías de esta variedad de uva? Para nosotros lo más destacable es su elevada acidez natural y su carácter mineral y m
¿Es difícil de trabajar? Lo difícil o lo fácil siempre depende de lo que busques y de cómo trabajes en bodega. Por nuestra forma de elaborar desde la mínima intervención en bodega, una variedad como la Puesta en Cruz de elevada acidez es una bendición. Y lo mismo si buscas un perfil menos convencional. En cuanto al campo, aquí está perfectamente adaptada y no requiere cuidados especiales. Los que podrían derivar de la humedad se suelen solventar solos, al ser esta zona también bastante ventosa y con importante insolación.
Es una variedad muy minoritaria. ¿En qué situación está actualmente en vuestro territorio? Sólo hay dos hectáreas conocidas y luego un par de productores que han plantado muy recientemente unas pocas hectáreas más. En la zona aparecía en la viña vieja en un porcentaje muy bajo, por lo que hasta hace muy poco no se había elaborado vino monovarietal con ella.
Hablando de monovarietales, ¿cómo definirías, en general, los vinos de Puesta en Cruz? Son vinos con mucha personalidad y eso es lo que nos gusta. Además se adapta muy bien a lo que buscamos: acidez, mineralidad, personalidad, variedad olvidada…
Todavía no hay muchos vinos monovarietales de Puesta en Cruz en el mercado. Vosotros elaboráis dos, uno en barrica y otro con lías. ¿Cómo es cada uno? Nuestro Ecléctico Puesta en Cruz sobre lías es nuestra forma de contar cómo es la variedad: es un vino muy directo, muy vertical, mineral y salino, tiene mucha
¿Cómo ha respondido el consumidor ante estos vinos? Hay una parte del mercado que está creciendo y que está ávida de novedades, de variedades desconocidas, de propuestas diferentes. En ese espacio de mercado entramos a la perfección. Para el consumidor de vinos blancos ‘comerciales’ son vinos que no encajan tan bien. Pero bueno, necesitan conocerse, claro. A este respecto estamos embarcados junto a un par de bodegas de otros territorios en el proyecto vinGO, de la Asociación Europea para la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícola (AEI-AGRI), que además de tener como objetivo el desarrollo de modelos innovadores de gestión vitícola orientados a la identificación, valorización y comercialización de variedades minoritarias, también se enfoca al consumidor, a dar a conocer la existencia de esas otras uvas y esos vinos, y lo que aportan en gastronomía.
Pues sentémonos a la mesa: ¿con qué va perfecto cada uno de estos Eclécticos? La acidez da mucho juego a la hora de maridar, comidas grasas, comidas picantes, sabores potentes. Nuestros dos Eclécticos de Puesta en Cruz son tremendamente gastronómicos por este motivo. Los dos encajan perfectamente con platos como los descritos, cada uno de ellos con ciertas particularidades, Ecléctico Lías es más directo, mientras que el elaborado con barrica es más complejo, más untuoso.
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