Desde la Finca Monte Alto se atisba una maravillosa panorámica del Condado del Tea gallego, con el río Miño y su afluente el Tea como cordones umbilicales, y las contiguas tierras portuguesas al alcance de la mano.
Texto: Luis Ramírez. Fotos: Masaveu Bodegas
Es el mejor lugar para comprenderlo todo, para ver la sucesión de uvas en parra y, en menor medida, en espaldera (”sujetar la Albariño en espaldera es difícil porque la vegetación es exuberante y obliga a varias podas” nos dicen), el privilegiado escenario, con su suelo de cantos rodados, del que proceden los espléndidos Albariños de Bodega Fillaboa, la filial gallega de Masaveu Bodegas, un cuidado proyecto enológico presente también en la Rioja Alavesa, Navarra y Ribera del Duero y en donde el vino se hermana con el arte y con la cultura. Fillaboa fue adquirida por Masaveu en el año 2000.
Al frente de la bodega de Salvaterra de Miño, único miembro gallego de Grandes Pagos de España, se encuentran, desde hace en ambos casos más de dos décadas, la enóloga Isabel Salgado (una de las grandes damas del Albariño, envuelta siempre en proyectos de investigación sobre variedades gallegas que darán resultado en el futuro) y el responsable de Campo y Patrimonio, el lucense Antonio González, quien se ocupa, entre otras cosas, de mimar durante todo el año unas fincas delicadas, que requieren muchas más atenciones que las de otras zonas de España, para que la uva llegue en el mejor estado a la bodega. Ambos coinciden en su pasión por un viñedo y de un paisaje únicos, dentro de la Denominación de Origen Rias Baixas.
Un pazo histórico, genuinamente gallego
Fillaboa es un maravilloso pazo histórico, con orígenes en el siglo XIX, cercano al puente medieval que da nombre la finca, delimitada por un muro de piedra y dentro de la cual sobresale un jardín con olivos, camelias, magnolias y castaños, a cuyo alrededor se distribuyen 50 hectáreas de viñedo, divididas en doce parcelas orientadas al sur y con una edad media de unos 30 años. También incluye una capilla de 1909 con un retablo y obras de arte del siglo XVI, una presencia artística que es el nexo unión de todas las bodegas de Masaveu. Y en el caso de Fillaboa se une también una preocupación arqueológica, pues en su Finca Coto de Prado se han encontrado unos petroglifos prehistóricos de inmenso valor, con diferentes motivos geométricos y que se conservan en perfecto estado.
Con tan espléndida base de operaciones, tanto en continente como en contenido artístico, no es de extrañar que una de las grandes apuestas de Fillaboa sea el enoturismo, diseñando todo de tipo de experiencias al gusto del winelover, muchas veces en colaboración con otros empresas locales, radicadas tanto en Tui (con su Parador, su conjunto histórico y su catedral medieval) como en Salvaterra de Miño (con su Museo del vino interactivo, ubicado en el Castillo de Doña Urraca), igualmente comprometidas con el terruño. Como dice Chelo Miñana, directora de Enoturismo de Masaveu Bodegas, “como pensamos que hacer vino es un arte y nuestro enoturista internacional es muy exigente, nada mejor que enseñarle otras muestras artísticas. Siempre el arte con el arte”.
Tres grandes Albariños
Pero recuerda que lo más importante es el vino y, por eso, en el Pazo Fillaboa se elaboran, además de licores en la mejor tradición galaica, tan solo tres prestigiosos Albariños 100 por 100, que responden a los nombres de Fillaboa, Fillaboa Selección Finca Monte Alto y La Fillaboa 1898.
Fillaboa 2022, elaborado durante más de seis meses sobre lías finas, busca potenciar al máximo los aromas de la uva Albariño. En la misma línea pero con 24 meses de crianza sobre lías, Fillaboa Selección Finca Monte Alto 2019 también monovarietal, procede de la parcela más emblemática de la finca, su “kilómetro cero”. Por último, La Fillaboa 1898 2016 es el vino premium, con la misma procedencia del anterior y seis años de crianza sobre lías en depósitos de acero inoxidable. Un vino de guarda sorprendente y muy elegante, pero que mantiene toda la frescura de los Albariños jóvenes. Está consiguiendo gran reconocimiento en las principales guías internacionales e Isabel Salgado dice que “representa la apuesta por la innovación, el conocimiento de la uva Albariño y la investigación de nuestras uvas y viñedos. Es un vino original que ensalza el Albariño al máximo nivel de calidad y longevidad. Hemos domado la acidez atlántica y el vino gana en untuosidad y en volumen en boca. Presenta además una interesante evolución aromática con el paso de los años”. El último fruto impecable de un territorio único.