Decía Camilo José Cela que el jamón es un bocado propio de bienaventurados. No le faltaba razón al genial escritor gallego que conocía perfectamente esa emoción tan poderosa que penetra los sentidos cuando pruebas una loncha de este manjar. El Jamón Ibérico es sinónimo de felicidad y así lo han reflejado en sus obras grandes autores como Alberti, Vázquez Montalbán o Cervantes.
Es un concepto que forma parte de la cultura y la tradición de todo un pueblo, transmitida de generación en generación y que convive en armonía con las últimas tecnologías. La raza Ibérica es única y está vinculada a entornos rurales, a la Dieta Mediterránea, y a unas prácticas ancestrales que son parte de la cultura y la tradición de un pueblo. Es una pasión como tendencia foodie, como moda culinaria, como cultura gourmet. Una cultura del Ibérico que la Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI) ha propuesto difundir por todo el mundo a través de la campaña “Ham Passion Tour. El Jamón, la pasión de Europa” y gracias al apoyo de la UE, conquistando mercados como Alemania, Francia, Reino Unido o México, acercando las bondades de este manjar a sus consumidores y consolidándolo como un producto de culto en todo el mundo.
Modelo Europeo de Producción
Autóctono de la Península Ibérica y procedente de una raza única, la Ibérica, los Jamones Ibéricos son el mejor exponente del Modelo Europeo de Producción, el más exigente del mundo en materia de seguridad alimentaria, bienestar animal, trazabilidad o sostenibilidad medioambiental. Un alimento inigualable, de una increíble calidad y con un color rojo intenso excepcional, caracterizado por el veteado propio de la raza Ibérica responsable de ese sabor, textura y aroma sublimes.
Precisamente para garantizar esa calidad al consumidor, el sector Ibérico, de la mano de ASICI, ha desarrollado ITACA (Sistema de Identificación, Trazabilidad y Calidad). Un sistema digital que soporta la trazabilidad completa de las producciones de Ibérico, “desde el campo a la mesa”.
Un precinto obligatorio, único e individual
En función de la raza (100% Ibérico, 75% o 50% Raza Ibérica) y de la alimentación (bellota, cebo de campo y cebo), el sistema asigna a cada Jamón Ibérico un precinto obligatorio, único e individual, que garantiza que esa pieza es efectivamente Ibérico. El consumidor solo debe prestar atención al precinto de Norma de Calidad del Ibérico, con el logotipo de ASICI, y a su color para conocer qué categoría de Jamón Ibérico está comprando. No hay lugar para la duda. Son Ibéricos los Jamones o paletas que llevan alguno de estos cuatro precintos.
- El precinto negro identifica al Jamón de Bellota 100% Ibérico, procedente de un animal 100% Ibérico y que en su etapa de engorde se alimentó en la dehesa de bellotas y otros recursos naturales.
- El precinto rojo es el del Jamón de Bellota Ibérico, procedente de animales del 75% o 50% de raza ibérica y que en su etapa de engorde se alimentaron con bellotas y otros recursos naturales de la dehesa.
- El precinto verde corresponde al Jamón de Cebo de Campo Ibérico y puede proceder de ejemplares del 100% ibéricos o 75% o 50% raza ibérica alimentados en su etapa de engorde con piensos de cereales y leguminosas y con hierbas del campo.
- El precinto blanco identifica al Jamón de Cebo Ibérico, y puede proceder de ejemplares del 100% ibéricos o 75% o 50% raza ibérica, alimentados en granjas a base de piensos de cereales y leguminosas.
En este sentido, ASICI ha desarrollado una revolucionaria APP, IBÉRICO, que permite a los consumidores consultar la trazabilidad de cada uno de los Jamones Ibéricos que salen al mercado y verificar que cumplen con la normativa vigente, gracias a la lectura del código de barras único e individual que figura en cada precinto, junto con el logotipo de ASICI. La APP es totalmente gratuita y está disponible para IOS (Apple) y Android (Google). Hoy en día, cuenta ya con 25.700 descargas y cerca de 300.000 lecturas de precinto.
Estas iniciativas emprendidas por el sector para garantizar la calidad aportan una absoluta transparencia y confianza al consumidor a la hora de realizar su compra y posicionan al Ibérico como un referente en términos de transparencia y confianza.
4, 5, 6, 7…AÑOS
Pueden transcurrir antes de poder disfrutar de un exquisito plato de Jamón Ibérico. En silencio, con la vista fija en el brillo que se expande y se funde al tacto, suave y frágil. Con aromas inconfundibles y un sabor único en el mundo. UN INSTANTE EN LA BOCA, UN RECUERDO ETERNO.