Texto: Luis Ramírez. Fotos: Raff y Origen
Hasta que decidió regresar a su tierra natal, Cuenca, para abrir su proyecto más personal: Raff, primero como exitosa barra en la zona nueva (“una cosa muy rara, una barra de sushi de cocina española, donde yo cocinaba en el centro siempre resaltando el producto fresco, incluyendo el tomate Raf que me traían de Almería”, nos dice) y, desde 2017, en el Raff San Pedro, ubicado en el corazón del casco antiguo, cerca de la catedral
Con esta trayectoria, José Ignacio ejerce como uno de los cocineros más respetados de la provincia pero, a la vez, como “un verso suelto”, curtido en mil batallas, y muy crítico con algunas de las tendencias imperantes en la alta cocina. La inquietante evolución de las restricciones para la hostelería derivadas de la pandemia no le hace abdicar de estimulantes proyectos de futuro, siempre vinculados con su ciudad y la cocina local.
La esencia de los platos de la tierra
Porque, como señala el ideario de Raff, se trata de respetar la base de la cocina tradicional adaptándola a nuestro tiempo pero sin perder ni un ápice de la primitiva esencia de los platos de la tierra, en la que se asienta una despensa repleta de poderosos y sabrosos productos. La clave es siempre la temporada, porque como dice José Ignacio, “cocinamos todo lo que, a lo largo del año, nos ofrecen las huertas, campos y montes de Cuenca y lo hacemos aplicando la experiencia acumulada a lo largo de horas y horas de cocina”.
Porque acaso lo que más ha marcado al chef de Raff ha sido partir de la historia de una familia de hosteleros, promotores de una cocina sencilla y muy identificable con la zona, la de la Serranía conquense. Su hermano Alberto es también cocinero acreditado como embajador de las tapas españolas en París desde su restaurante El Fogón, al lado de Nötre Dame, y José Ignacio ha colaborado con él en diferentes proyectos, porque asegura que “Alberto ha sido siempre un adelantado a su tiempo y le gusta tenerme a su lado, porque dice que soy su talismán. En París, sobre todo entre la comunidad española, es un verdadero personaje, muy amigo de Ramón Chao, de Óscar Caballero o incluso de Miquel Barceló”.
Pasión por el producto en el País Vasco
Cosmopolita como ha sido, moviéndose por las cocinas del mundo, Herráiz desvela su admiración por la cultura gast
Él, desde luego, procura dárselo desde Raff, que ha tenido gran predicamento entre el turismo que hasta hace poco abarrotaba la ciudad y también con el público local los fines de semana: “Soy consciente de que en el casco histórico de Cuenca lo vanguardista no tiene mucho éxito. Además, mi cocina siempre ha sido de base tradicional pero con emplatados actualizados. Se trata de ser cuidadoso y de presentarlo bien, reduciendo quizá las grasas de algunas recetas. Es la cocina del ajoarriero y del morteruelo, del ajo, del venado, el jabalí y del corzo. Yo intento, básicamente, no fastidiar el recetario que nos dejaron nuestros padres. Quizá era una propuesta primitiva pero siempre llena de sabor, necesitada de un poco más de sutileza. Jugamos a seducir con el emplatado, como con una sopa de ajo con aspecto de capuccino. Creo que al cliente hay que dejarle que juegue, pero solo un poco, porque nunca debemos olvidar que la gente viene a comer y a quedarse satisfecho”.
Cocina de raíz y fiel al origen
Reivindicando el ajo arriero a través de la sutil receta que ofrecemos en estas mismas páginas (también propone en los snacks una regañá de ajo arriero con albaricoque), José Ignacio Herráiz muestra su dominio de esa cocina de raíz, ligeramente aligerada y a la vez muy fiel al origen, en la que la materia prima es siempre lo más importante.
Y para acompañarla, lo mejor son los vinos de la zona que selecciona el sumiller y director de sala, Antonio Vi
Durante nuestra visita, disfrutamos de vinos locales muy interesantes, como el Oveja Naranja (Bodega Fontana), Orovelo (Bodega La Niña de Cuenca), Corcel (Bodega Feliciano Fernández) y Dulce de Invierno (Bodega Altolandón). Este último para acompañar el postre estrella de la casa, “el panal de rica miel”.
En Raff siempre se ha cuidado mucho al equipo, con personal con largo recorrido en la casa: “Es lo más rentable, para evitar tener que estar formando todo el tiempo a recién llegados”. Y otra clave de la casa es la relación con los proveedores: “Si no conozco el producto y a quien lo hace posible, cómo lo voy a usar. Ese es también el trabajo de los políticos, que deben poner en contacto a los productores con los cocineros. Eso en Cataluña y en el País Vasco lo entienden perfectamente. Aquí es una tarea pendiente”
LA RECETA
CANELÓN VEGETAL DE AJO ARRIERO
Para el ajo arriero:
Ingredientes:
1kg de patatas
200gr de bacalao no muy desalado
150gr de aceit
1 diente de ajo
Elaboración:
Cocemos las patatas junto con el bacalao.
Pasamos las patatas por pasapuré y añadimos el aceite de oliva poco a poco, emulsionándolo con una Turmix.
Añadimos el bacalao bien desmigado y libre de espinas y pieles, y el ajo crudo,
Para el canelón:
Ingredientes:
2 calabacines
30gr de caviar de trucha
30gr de caviar de arenque
Algunos brotes frescos y unos chips de ajo.
Elaboración:
Ayudándonos de una mandolina, hacemos tiras finas de calabacín. Escaldamos.
Enfriamos y retiramos las semillas dejando tiras de 1cm aprox.
Disponemos las tiras encabalgadas, formando un cuadrado de unos 10×10
En el centro colocamos una porción de ajo arriero y enrollamos formando un cilindro.
Presentación:
Colocamos en un plato, acompañamos de brotes, chips de ajo y el caviar.
RESTAURANTE RAFF
San Pedro, 58. 16001 Cuenca
Tfno. 969 690 855. www.raffsanpedro.es
Casa Orellana (Orellana, 6. Madrid) y Katz (con varios emplazamientos en la capital) se unen…
El panettone de Casa Losito es un ya un clásico en nuestro país, no en…
Castilla y León y Canarias se han llevado los máximos honores en el prestigioso Certamen…
A’Barra, una de las referencias gastronómicas más destacadas de Madrid, que conserva su estrella Michelin…
De producción limitada y artesanal, con cacao trazable y sostenible, la nueva edición de Costiña…
La tradición de La Ancha o la frescura de Fismuler se mueven donde quiera el…