La historia de Juvé & Camps, una de las bodegas más emblemáticas del Penedés, que celebró su centenario en 2022, está ligada a la elaboración de espumosos de gran calidad, concretamente Grandes Reservas. Está presidida por Joan Juvé y dirigida por su hija Meritxell Juvé y en sus cavas subterráneas de Sant Sadurní d’Anoia nacen marcas reconocidas como La Capella, La Siberia, Gran Juvé & Camps, Milesimé, Milesimé Rosé, Blanc de Noirs, Reserva de la Familia, Essential, Cinta Púrpura y Brut Rosé.
Durante una visita reciente, nos han recordado su filosofía: todas las propiedades agrícolas son actuaciones artificiales sobre un medio natural, fruto de la acción del hombre para garantizar el cultivo de alimentos y cuya intervenci
ón causa desequilibrios en el ecosistema, por lo que resulta cada vez más necesario trabajar el viñedo de la forma más respetuosa posible con el entorno. Por eso, hemos comprobado «in situ» que el objetivo de la bodega del Penedés es minimizar la intervención humana e intentar corregir sus efectos, sin renunciar nunca a la excelencia del cultivo.
Respeto a todos los seres que habitan el entorno
La naturalización del viñedo, prioridad absoluta para la familia Juvé, pasa por el respeto hacia todos los seres que lo habitan. Así, una buena gestión de la cadena trófica resulta indispensable para el control de plagas. Evitan el uso de pesticidas e insecticidas, recurriendo a métodos “amigables”, como la confusión sexual, para controlar posibles plagas. Y también promueven la habitabilidad a través de hoteles de insectos, protección de madrigueras de conejos y zorros o colocación de cajas nido.
Pero claro, el respeto por la naturaleza ha de empezar por el máximo cuidado de las vides. Por eso, son pioneros en la “poda de respeto”, que permite la ramificación del viñedo y un alargamiento de la vida de la vid, al mejorar el estado sanitario de las plantas. También, y más allá de confiar al máximo en la tecnología, se apoyan en animales para el laboreo del campo. Así, en invierno colaboran con pastores locales, para que sus rebaños ayuden a limpiar y fertilizar el viñedo, mientras las ovejas se benefician de un pastoreo natural.
Ciertamente, Juve & Camps (Elaborador Integral por la D.O. Cava) ha apostado siempre por una viticultura ecológica para asegurar la expresión más auténtica de cada variedad en el terruño donde mejor se desarrolla. Así, reivindican la importancia de destinar gran parte de sus recursos a la mejora y el cuidado de las viñas, emplazadas en los excelentes pagos de Espiells, La Cuscona y Mediona. En estos tres parajes del Alt Penedés se concentran más de 400 hectáreas, de las cuales 271 son de viñedo y el resto bosques que lo rodean y contribuye a la preservación del entorno natural. El conjunto representa una de las propiedades vitícolas más amplias del mundo del Cava de la región.
Mientras la visitamos, vimos que en toda la propiedad se realiza un minucioso control de la
uva a pie de cepa para realizar la vendimia en el momento óptimo de maduración y equilibrio de las bayas. La extensión del viñedo no es impedimento para que la recolección se realice de forma manual y la uva se traslade rápidamente a la bodega.
Como el agua es un bien escaso en el Penedés, su gestión es vital para garantizar el desarrollo del viñedo. Así, se realizan laboreos destinados a conservar y optimizar las reservas hídricas de los suelos: arando para facilitar la integración del agua de lluvia en el subsuelo o eliminando hierbas para que la planta pueda hacer mejor acopio de agua en sus raíces. Además, se establecen periodos de hasta siete años de barbecho, para que la tierra descanse y se recupere antes de iniciar un nuevo ciclo vitícola. Cuidadosos con la cubierta vegetal, sobre todo en las altas fincas de Mediona donde el clima es más fresco, trabajan la cubierta espontánea de invierno, aunque en años extremadamente secos hay que eliminarla para preservar el desarrollo de la vid.
Optimizar la gestión del suelo
Un elemento clave en la gestión natural del viñedo es la comprensión del terruño, pues cada tierra tiene su propia personalidad y sus características deben condicionar la manera de actuar. Por eso, desde 2022 desarrollan un ambicioso proyecto de estudio de suelos para conseguir una mejor actuación en armonía con el paisaje. El estudio, que incluye 76 calicatas, les ha dado a conocer (nos cuentan) la realidad del terroir, a partir de los cuatro elementos claves que lo conforman: relieve, geología, clima y diversidad. Esta iniciativa de la bodega del Penedés les está permitiendo conocer mejor la composición de cada una de sus parcelas y están consiguiendo una mejor plantación de las distintas variedades, poniendo en valor el viñedo antiguo. Y paralelamente desarrollan un plan de gestión forestal para conseguir una mayor integración entre el viñedo y su entorno. Porque la viticultura es territorio, sostenibilidad y origen.
