Por Óscar Checa Algarra
Pero vamos por partes. ¿Mahonesa artesana? Sí. Actualmente no existe ningún producto en el mercado con estas características. Esta será una mahonesa gourmet, artesana, elaborada con ingredientes 100% naturales (sin estabilizantes, sin colorantes artificiales, sin conservantes, sin soja, sin xantana, sin gluten, sin azúcar…) y procedentes casi en su totalidad de la misma isla de Menorca: aceite, huevos, limón y un toque de vinagre de manzana. El aceite elegido es un Virgen Extra de máxima calidad de
La I+D también está presente en este proyecto, claro. Las nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura o el desarrollo de proteínas alternativas son algunos de los aspectos de la potente inversión en investigación que hay detrás, algo con lo que Matoses también tiene familiaridad, al haber trabajado como consultor (gastronómico y de marketing) en grandes empresas internacionales de la gastronomía y la nutrición.
El fin último de todo esto, como explica el propio Borja Matoses, es “dejar huella en el tejido social y recuperar el sector primario de una isla que fue eminentemente agricultora hasta la llegada del turismo”. En realidad, el proyecto comenzó así, con la llamada de atención sobre todo aquello que se está perdiendo en el campo, en el sector agrícola (como también ocurre en otros lugares de España). El objetivo es poner en valor el trabajo desarrollado durante generaciones en el campo para recuperar esa herencia agrícola y crear nuevos modelos de negocio que puedan sustentarla. Y aquí todos los agentes están implicados: Matoses reunió a payeses, cooperativistas, terratenientes, consejos de Denominación… para analizar entre todos “por dónde se podía tirar”.
Y así tomó forma la idea de crear una mahonesa. Mahonesa menorquina y hecha en Menorca, como se elaboraba antiguamente, basada en la receta original anterior a 1756 cuando esta salsa, hoy conocida en todo el mundo, salió de la isla, custodiada por el mariscal Richelieu (un sobrino-nieto del famoso cardenal). Desde 1708, Menorca estaba en manos inglesas pero en ese año 1756 Gran Bretaña y Francia entraron en guerra y, en una de las acciones bélicas, los franceses tomaron la isla tras el asedio a la ciudad de Mahón. En una comida para celebrar la victoria, el mariscal probó una salsa que acompañaba las viandas y fue tan de su gusto que pidió la receta para llevarla consigo al partir de vuelta a Francia. Esa salsa de Mahón, o mahonesa, acabaría llamándose mayonesa (mahonnaise, mayonnaise, bayonnaise…) y recogida con ese nombre por primera vez en un recetario (francés) del siglo XIX, por lo que tradicionalmente se pensó que fue un invento galo.
Pero el caso es que un manuscrito del siglo XVIII (es decir, anterior, más antiguo) parece desmentirlo. Se trata del recetario de cocina realizado por Fra Francesc Roger, el cocinero del convento franciscano de Ciutadella por aquella época. En él aparecen recetas con la salsa alioli y otras con lo que el monje llama “alioli bo” (alioli bueno), aunque, curiosamente, nunca especifica cómo se
Los estudios de Pep Pelfort han ido más allá, y hasta pudiera ser que la mahonesa tuviera un origen medicinal. Pelfort se apoya en un manuscrito de 1720 encontrado en la Biblioteca de Cataluña, en el que un estudiante de medicina (probablemente menorquín) habla de un ungüento elaborado con yema de huevo y aceite, que se aplica sobre la piel para curar llagas o quemaduras. ¿A que no se os hubiera ocurrido que la mahonesa tuviera una dimensión de medicina naturista?
Con todas estas premisas en la mesa ha echado a andar el proyecto de la creación de la mejor mahonesa artesanal del mundo. Y queda poco para poder ver (y degustar) el resultado, pues Borja Matoses calcula que todo estará listo una vez pasado el verano. De momento ahí está, afincado en Menorca tras mudarse desde Miami, para trabajar de la manera más implicada y directa. La mahonesa que todos estamos esperando, elaborada siguiendo la receta original, la que más se adapta a la documentación existente, saldrá al mercado con el nombre de Princesa Margarita. La denominación no está elegida al azar: por un lado, Margarita es uno de los nombres más extendidos e importantes en Menorca y, por otro, princesa también hace referencia a la gallina menorquina, cuidada y mimada como una princesa. La marca se convierte en un icono que, además, refleja el compromiso del que hablábamos antes con la tradición agrícola, campestre, rural y, por extensión, con la identidad de esta isla balear.
Y, en la mente de estos emprendedores ya está también un plan de diversificación vertical con la filosofía de trabajar el producto. Así, junto a la mahonesa ‘clásica’, pronto veremos otros productos y otras mahonesas con ingredientes locales y de gran calidad como el azafrán, la salicornia, las alcaparras o la miel. Si habéis tenido ocasión de probar alguna vez esta mahonesa artesana y las variantes que acabamos de describir, sentiréis lo mismo que sentimos nosotros: un deseo irrefrenable de que llegue el otoño para poder disfrutarlas en cualquier momento.
Mena, el restaurante que el grupo Lew Brand posee en el Centro Comercial LaFinca Grand…
La aceituna de mesa es uno de los alimentos más representativos de la Dieta Mediterránea…
Ya están abierta las inscripciones para H&T, Salón de Innovación en Hostelería, que tendrá lugar…
El Ayuntamiento de Sueca, a través de la Concejalía de Comercio, ha puesto en marcha…
HABLA Nº34 (28 euros) es un Tempranillo fruto de la añada 2021, concebido para celebrar,…
El Patronato de la Denominación de Origen Queso Manchego ha procedido a la elección de…