Gastronomía local y máximo compromiso con la sostenibilidad en la Sierra de Espadán castellonense.
Texto: Luis Ramírez. Fotos: Mar de Fulles y Origen
Queda bastante cerca de la bulliciosa Vall d´Uxó y nada lejos de las playas castellonenses, pero, una vez que se llega a Mar de Fulles, en el término municipal de Alfondeguilla, se descubre una maravillosa y adictiva sensación de aislamiento. Casi se agradece que la cobertura de los móviles sea prácticamente inexistente en el pequeño complejo y que nos rodee el histórico arbolado del Parque Natural de la Sierra de Espadán, donde disfrutar a tope de la naturaleza, de los alcornoques centenarios y de otros árboles mucho más recientes, y de un retiro singular en el que también tienen cabida la práctica del yoga en su yurta, la observación de aves y otras actividades de corte espiritual.
Además de tan solo una decena de habitaciones cuyos nombres se relacionan con las joyas de la huerta local, el establecimiento dispone de un albergue para grupos que usan tanto los montañeros como los buscadores de retiro. Y e una piscina donde el tiempo se detiene, impecablemente integrada en el entorno y cuya agua cuidan con sal marina en lugar de cloro.
El proyecto de Juanma Urbán
El “culpable” de esta peculiar aventura hostelera y gastronómica, responde al nombre de Juanma Urbán y ejerce como un relajante y a la vez misterioso “guía espiritual” por las instalaciones de Mar de Fulles, todas perfectamente adaptadas a la orografía y al entorno, quien lo mismo explica el sistema de abastecimiento eléctrico del complejo que te prepara “in situ” un cuidado menú tan saludable como defensor de la gastronomía y los productores más cercanos.
Mar de Fulles abrió sus puertas en 2016 como el proyecto personal de Juanma, vinculado a Greenpeace y siempre ha contado con el apoyo de numerosos micromecenas vinculados a la plataforma ECrowd. Al tratarse del primer hotel 100 % autosuficiente de Europa, obtuvo por aquel entonces el Premio Citizenergy del Parlamento Europeo al mejor proyecto sostenible y, más recientemente, en 2022, el Premio Turisme Comunitat Valenciana, en la categoría de Turismo Sostenible.
Porque el conjunto responde a criterios bioclimáticos en cal, madera y termoarcilla, funciona exclusivamente con energía solar, ofrece un singular sistema de ventilación natural, una iluminación de bajo consumo y un circuito cerrado de agua que llega de un pozo propio con depuradora de filtros verdes y del que procede todo el agua que se consume. Entre otras sorpresas que lo alejan de los negocios turísticos convencionales.
Gastronomía de proximidad
Como corresponde a esta filosofía, cultiva en la huerta propia (que casi se toca desde las mesas del restaurante) productos de temporada autóctonos y sin añadidos químicos, y lo que no produce lo adquiere, al menos en un 80 por 100, de proveedores de proximidad. La filosofía culinaria se puede descubrir a través de dos menús que se elaboran a la vista del cliente y responden a los nombres de CocinArte (“recetas más elaboradas con los productos de proximidad”) y TapeArte (”una especie de degustación del paisaje a través de las materias primas de la zona”).
Junto con la huerta, la lonja de Burriana y la Albufera son dos de sus proveedores cercanos, pero tampoco suelen faltar el cordero de Viver, el jamón de Segorbe, el arroz o los quesos cercanos y hasta un singular embutido llamado güeña. También elaboran su propio aceite de oliva Virgen Extra en tres variedades, su cerveza, su miel, su vino y unos espectaculares panes de hogaza de calabaza y de centeno. Siempre producto de temporada y ecológico, con el resultado de una cocina que huele y sabe al espectacular entorno que nos rodea.
Una propuesta ecológica para todos
Juanma asegura que “el objetivo es presentar una propuesta ecológica, pero para todos, no solo para los que se lo pueden permitir. Lo ecológico no tiene por qué ser caro. Sobre todo si recurrimos al producto local y al sentido común y si cuidamos a las personas que tenemos alojadas. Por calidad ambiental, biodiversidad y a la vez comodidad de acceso, teníamos que estar en un lugar como éste”.
Para su proyecto responsable y trascendente, Juanma se rodea de un joven equipo procedente de las poblaciones cercanas y con quienes comparte no solo un espacio sino una filosofía de vida a través de esos valores de respeto por la Naturaleza y por el verdadero origen de las cosas.
