Con la llegada del otoño, los campos de la Ribera Alta de Navarra se salpican de un rojo intenso; y en los pueblos de la zona, las conserveras comienzan una actividad frenética. El pimiento del Piquillo de Lodosa irrumpe cada temporada con su colorido acostumbrado y cada vez con más fuerza, con más vitalidad y un sabor insuperable.
Textos y Fotos: Reyno Gourmet
Recorrer en estas fechas los siete pueblos acogidos a la Denominación (Andosilla, Azagra, Cárcar, Lerín, Lodosa, Mendavia, San Adrián y Sartaguda) supone un auténtico placer para los sentidos.
Si algo caracteriza y distingue al Pimiento del Piquillo de Lodosa de otros pimientos similares es su proceso de elaboración, que se lleva a cabo en seco, sin que el fruto toque el agua ni cualquier otra solución química. Y a pesar de que el procedimiento de envasado varía de unas empresas a otras en función de su grado de mecanización (desde el descorazonado y pelado manual al realizado mediante máquinas específicas), todas ellas conservan una característica común: los Pimientos del Piquillo de Lodosa se pelan uno a uno sin sumergirlos en agua ni en soluciones químicas; así conservan todas sus características naturales.
Al rojo de este pimiento que alegra la vista y al olor a asado que estimula al olfato, se une sobre todo el gusto. Ese sabor inigualable que ha hechizado a los grandes restauradores y críticos gastronómicos en igual medida que a simples y sencillos consumidores aficionados al arte del buen comer.
Y es que el Pimiento del Piquillo de Lodosa, que procede de una variedad autóctona de Navarra, cada vez es más reconocido dentro y fuera de nuestras fronteras.
Piquillo de Lodosa, ideal para una dieta saludable
El consumo regular de pimientos del piquillo es muy recomendable, no solo por sus cualidades gastronómicas, sino por sus importantes propiedades nutritivas.
La pista sobre la principal riqueza nutricional de los pimientos del piquillo nos la da su característico color rojo, que nos indica que es un alimento rico en carotenos. Tienen una baja densidad energética pues su riqueza en agua es importante y su contribución en proteínas o grasas es prácticamente testimonial. Además, como las verduras en general, los pimientos son alimentos ricos en fibra dietética. Otras sustancias presentes en los pimientos del piquillo son los flavonoides o la capsicina. Esta última, responsable de su picor característico, ejerce una actividad irritante sobre las mucosas del aparato digestivo que segregan mayor cantidad de jugo gástrico. Si los consumimos crudos en ensalada, aprovecharemos totalmente su contenido vitamínico. La recomendación para este caso es trocearlos justo antes del momento de su consumo, pues el contacto con el oxígeno del aire, también favorece la oxidación de sus vitaminas.
Únicamente en el caso de los Pimientos del Piquillo de Lodosa no se desecha el líquido de la lata, pues es el propio jugo que sueltan los pimientos.