Como reza el título de la canción del grupo Facto Delafé y Las Flores azules, hoy quiero hablarles del poder del mar, el mar en conserva. Y es que hay razones para hacerlo. Toda la esencia del mar concentrada en latas. Pequeños caprichos que atesoramos en nuestras cocinas y despensas. Un regalo para los sentidos que nos hacen disfrutar todo el sabor del mar. Son la mejor solución para atender una visita inesperada, para improvisar un picnic de última hora, un bocadillo rápido… o simplemente para disfrute en sí mismo de estos pequeños manjares. En la imagen, los berberechos de Güeyumar.
Texto: Roberto Quiñones
Nuestros vecinos lusos, avezados marinos, que tienen una larga y consolidada tradición conservera, han elevado a la categoría de arte el diseño de packaging de las conservas de pescados. No resulta extraño encontrar en alguno de los numerosos colmados lisboetas y portuenses, estanterías rebosantes de conservas con unos elaborados y cautivadores diseños que invitan al turista a iniciarse en el mundo del coleccionismo. Y es que hablamos de joyas artístico-culinarias de pequeño formato. Pero hoy no toca hablar del packaging de Portugal si no del español. En los últimos años, como en otros mercados y sectores alimentarios, las conservas han recibido un baño de actualización importante que vamos a repasar someramente.
- Conservas Braseadas Güeyumar. El restaurador riosellano Abel Álvarez brasea los mejores productos del mar en su parrilla, los de más alta calidad, y posteriormente los enlata. El packaging habla por sí sólo: microrrelatos en formato cómic que recuperan la evocadora estética y todo el poder visual de las antiguas historias de ciencia ficción. De esta deliciosa aventura narrativa y gráfica es responsable el equipo de entretantomadrid.com. Simplemente genial.
- Conservas Artemar. En la localidad pontevedresa de Cangas del Morrazo, en pleno corazón de Rías Baixas, se producen estas delicias marinas (el proyecto comenzó con la comercialización de conservas de algas) que se presentan de una forma sencilla pero eficaz. A través de unas atractivas y coloridas ilustraciones la marca gallega articula una corta pero bien armada familia de productos.
- Rianxeira ha actualizado en 2019 su imagen de marca, lo que le ha hecho valedora de uno de los prestigiosos premios de diseño Pentaward (plata). En palabras de la marca: “Esta nueva imagen de Rianxeira responde al propio propósito de la marca, que no es otro que el de ayudar a las personas a disfrutar más y mejor de los productos del mar, volcando sus esfuerzos en protegerlo y en cuidar de quienes viven de él”.
- Santoña 1960. La conservera cántabra es un buen ejemplo de cómo una imagen sencilla, sobria pero bien articulada, puede ser una herramienta de imagen eficaz y notoria.
- Por último, le hablo de la marca propia de Aldi: Sal de Plata. El estudio de diseño seriesnemo.com es el responsable de esta identidad. Un sencillo anzuelo en la marca resuelve la idea de respeto al medio. En lo que a packaging se refiere, la modulación del producto a través de una trama de multiplicidad resuelve la familia de productos con un hilo conductor que funciona muy bien.