Reportajes

Quince años de Tierra de Sabor

Es el sello de excelencia que abandera con orgullo al sector agroalimentario de Castilla y León.

Detrás de cada alimento que llega a nuestra mesa luciendo el emblema de Tierra de Sabor, hay infinitas horas de trabajo, voluntad y corazón de agricultores y ganaderos, hombres y mujeres que se esfuerzan cada día por ofrecernos solo lo mejor. Se cumplen 15 años desde que Tierra de Sabor se vistió de largo en la feria Alimentaria para presentarse ante la industria, la gran distribución y los numerosos operadores comerciales que acudieron a aquella cita celebrada en la Ciudad Condal. Desde entonces, la marca del corazón amarillo ha cosechado notables éxitos, alcanzando una elevada cuota de notoriedad en toda España, —el sello es conocido por el 75% de los consumidores de la zona centro del país, según los datos aportados por la consultora Nielsen—, y consolidándose como el buque insignia del sector alimentario regional, con cerca de 6.000 productos elaborados por casi 900 industrias, la mayor parte de ellas pymes y micropymes asentadas en el medio rural.

Tres lustros de historia

La iniciativa surgió en la primavera del año 2009, de la mano de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, como una nueva vía de promoción, valorización y protección de los productos agroalimentarios de calidad procedentes de todos los enclaves de la región, complementaria de las figuras de calidad (DOP, IGP, ETG, Agricultura Ecológica y otros distintivos) que alcanzan actualmente la cifra de 70 figuras de calidad en la Comunidad.

Destacan las carnes, los vinos, derivados de cereales, lácteos, frutas, hortalizas y legumbres

La clave de Tierra de Sabor (un proyecto de todo el sector agroalimentario castellanoleonés convertido en gran Marca de Garantía paraguas, de dimensión nacional) es, y sigue siendo, la creación de un distintivo o imagen común que favorece la implantación de estas referencias en los diferentes canales de dis­tribución. Quince años después de su lanzamiento, el proyecto que ha alcanzado su objetivo de impulsar la notoriedad y el prestigio del sector agroalimentario de Castilla y León, garantizando a clientes y consumidores la identificación del origen y autenticidad del producto, asegurando un alto nivel de calidad, defendiendo la labor de los productores y diferenciando estas enseñas en un mercado cada vez más globalizado y competitivo.

Una acogida formidable

La acogida de Tierra de Sabor por parte de la industria agroalimentaria ha sido formidable. Y el sector en su conjunto ha reconocido la extraordinaria diversidad alimentaria de la Marca, puesto que dentro de la gran cartera de los alimentos y bebidas que lucen el corazón amarillo en sus envases, destacan las carnes, tanto frescas como transformadas, seguidas de vinos, derivados de cereales, lácteos, frutas y hortalizas, legumbres y un amplio etcétera.

Los rasgos de las empresas adheridas

El primer rasgo que conviene poner de relieve es que se trata de industrias agroalimentarias de Castilla y León que, a pesar de la crisis y la erosión de márgenes que vienen experimentando durante los últimos años, continúan apostando por la calidad de sus materias y primas y sus procesos de transformación, como factor competitivo.

En relación con el tamaño de las empresas con productos autorizados en la marca de garantía, se trata fundamentalmente de pequeñas y medianas industrias, ubicadas en el medio rural. Dentro de éstas, resulta necesario destacar además la presencia de un nutrido grupo de pequeñas industrias de artesanía alimentaria (1 de cada 4), una producción singular que requiere de un gran apoyo para poder competir frente productos rivales con escasa diferenciación, pero con un claro liderazgo en costes.

Por eso, Tierra de Sabor se convierte en el gran defensor de estos proyectos humildes pero absolutamente esenciales para un medio rural que es la base del mantenimiento de nuestra calidad de vida, pero que necesita cada vez más apoyo para seguir fijando población en los territorios.

Y también ejerce como un proyecto guardián del sabor auténtico, escrito en algunos de esos productos cuya preservación constituye un verdadero compromiso social.

Tierra de Sabor ha obrado, en estos años, el milagro de que multitud de diferentes productos: carnes, vinos, quesos, derivados de cereales, frutas y hortalizas, entre otros, procedentes de las nueve provincias castellanoleonesas, han apostado por el origen y por la excelencia, representados por la más cuidada y artesanal de las producciones, para poder lucir el emblemático corazón amarillo en sus envases o en su etiquetado.

El orgullo del sector agroalimentario de la región

Han ido pasando años, pero lo cierto es que, desde aquel 18 de marzo de 2009, Tierra de Sabor se ha convertido en todo un símbolo, un sello que defiende con orgullo al conjunto del sector agroalimentario de Castilla y León, desde los productores de las materias primas, agricultores y ganaderos que se esfuerzan cada día por ofrecernos solo lo mejor, hasta la industria de transformación, la cual, a pesar de la difícil situación que atraviesan los mercados, continúa apostando por el origen y por la excelencia para competir frente a otras producciones.

El primero de estos pilares en los que se asienta la marca, el origen, es esencial en nuestros días. Esta información nos proporciona todas las garantías de la trazabilidad que permite al consumidor conocer de dónde proceden los alimentos que consume. Respecto al segundo, es la gran apuesta del sector, la excelencia que destaca, tanto de las materias primas empleadas por la industria, como del propio proceso de elaboración.

Nuevo planteamiento estratégico

Pero todo lo anterior ha de servir para continuar avanzando. Por esta razón, Tierra de Sabor acaba de presentar un nuevo planteamiento estratégico, que implica un impulso que se asienta en tres pilares fundamentales: el territorio, los alimentos de calidad y la gastronomía, como factores de diferenciación de las producciones agroalimentarias de la Comunidad.

Por lo que respecta al primero, el territorio, cabe destacar que la agricultura, la ganadería y la elaboración artesanal de alimentos han sido las labores a través de las que, desde hace siglos, el ser humano ha mantenido el vínculo y el diálogo con la tierra. La marca del corazón amarillo tiene como propósito recuperar ese vínculo impulsando el orgullo de pertenencia al medio rural y al sector agroalimentario de Castilla y León, un sector que es esencial para la sociedad española en su conjunto.

Son productos que tienen tradición, historia y nombres y apellidos de sus productores

En cuanto al segundo, los alimentos de calidad, pone de relieve que la autenticidad y el sabor de los productos que ampara se asienta en la excelencia de las materias primas, pero también en la historia, en la cultura y en las técnicas empleadas durante generaciones.

Debemos, ahora más que nunca, fortalecer el eje formado por el territorio y los alimentos de calidad para avanzar en la construcción de una marca única, responsable, que establezca vínculos emocionales y comerciales con el cliente y con el consumidor final.

Por último, no debemos olvidar la gastronomía. La tierra, el clima, la temporada, las materias primas…, ingredientes que se transforman en texturas, sabores y aromas; experiencias culinarias que revelan una fabulosa historia, una narrativa cada vez más necesaria para impulsar la comercialización de las producciones.

En la cocina de la región se está obrando una verdadera revolución a base de calidad capitaneada muchas veces por profesionales jóvenes deseosos de defender su tierra. Y resulta evidente que los chefs de Castilla y León contemporáneos se han convertido en los mejores embajadores de sus productos de calidad.

Una marca de dimensión nacional

Tierra de Sabor es, en definitiva, el corazón de toda una región que mira y mima a su entorno natural, denominador común de su riqueza, una suma de esfuerzos que nos permite crear una marca de dimensión nacional, ocupar un espacio único de productos que tienen tradición, historia y nombre y apellidos de los productores de las materias primas con los que están elaborados, ofreciendo una respuesta conjunta a los profesionales y compradores que exigen conocer al detalle aquello que adquieren y consumen.

Quince años después de iniciar su camino, Tierra de Sabor se ha convertido en una gran despensa para toda España.

Redacción

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