Icono tradicional y con merecida cátedra en la picaresca clásica española, la sota es provocadora: Siempre con una copa en la mano. ¿Vacía o llena? Imposible saber, pues es parte del juego. Esta figura, que es un 10 –en todos los sentidos- seguirá sonriendo con la ambigüedad de la Monalisa mientras nosotros hablamos de vinos… Si la mano es buena se notará en el rostro rosado… En la imagen, Mernat Rosé de Bodegas Tierras de Orgaz.
Por Javier Fernández Piera
Mernat Rosé 2017
Bodegas Tierras de Orgaz
IGP Vino de la Tierra de Castilla
100% Syrah
Crianza de 5 meses en depósito de acero inoxidable sobre lías
Nos gustan más los atardeceres que los amaneceres, quizá porque los percibimos como una recompensa al final de la jornada de trabajo. Pero nos perdemos muchos de ellos a lo largo del año, esto es para celebrar y brindar. Además, hace falta la sensibilidad de artistas como Turner, o la melancolía de Munch o la mirada crítica de Antonio López para captar esos cielos mágicos del crepúsculo en los que cada momento nos regala un color y una intensidad. Todo eso es este nuevo Mernat de la renaciente bodega –ya son 100 años, pero con nuevo rumbo- de Tierras de Orgaz. Syrah de las rañas altas de Los Yébenes, pero muy mimada y con vendimia manual para dar sabor intenso, fresco y largo en un color rosado anaranjado. Una piedra preciosa de los Montes de Toledo, muy fiel a este singular terruño que tantas alegrías ha dado al firmamento –por seguir hablando de cielos y estrellas- vinícola español. Elegante, cítrico, goloso y persistente Syrah.
Castelo Rosé 2017
Bodega Castelo de Medina
I.G.P. Vino de la Tierra de Castilla y León
100% Garnacha
Ni toda la Galia estaba ocupada por los romanos ni t
oda la zona de Rueda elabora solo vinos blancos. Siempre hay “irreductibles” y en esta bodega, château, castillo de Valladolid, hay una resistencia a lo ordinario y una tendencia a lo extraordinario. Con algunos de los blancos más premiados en su categoría, ahora se han atrevido con otra poción mágica. Con una variedad que ya ha triunfado en otras regiones y que está muy de moda, en Castelo de Medina elaboran una de las garnachas más finas de España. Consiguen, primero, un velo de pétalos de rosa que dan color suave y tenue, casi tímido, a este joven. Después, sorprende la fuerza e intensidad de los aromas, pues el tímido pasa a retozar en jardín de flores y aromas que desbordan la copa. Y por último, la receta del druida además es sabrosa: dulce y ácida en un equilibrio casi de alquimista. Y con permanencia, para que sus efectos sean duraderos y el disfrute y sensación de felicidad se mantengan en el cuerpo y la mente del atrevido, y afortunado, catador de Garnacha.
Rosado Dulce
Bodega Castellblanc
D.O. Cava
70% Trepat
Crianza de 18 meses
Para rejuvenecer; la merienda de los mayores, o uno de 
los vinos inventados para merendar. Es probable que a los más pequeños también les llame la atención, pues es de color rosa fresa, chicle y gominola. Además tiene burbujas, y su espuma es como el algodón de azúcar de las ferias. Y de sabor es, como cabría esperar, goloso. Nos hace niños chicos, o al menos nos devuelve esa inocencia y sorpresa e ilusión ante lo nuevo. Los vinos dulces tienen esa cualidad de ser un regalo para el paladar. Y en este caso no importa el momento del día. Aquí la variedad minoritaria, Garnacha, aporta personalidad y esa carnosidad tan de moda. Pero es la predominante Trepat la que hace que no sea una chuchería de niños y tenga finura, estilo y presencia. Es similar al mejor maquillaje, que marca la diferencia aun siendo sutil y apenas perceptible y, con todo, marca la esencia del buen gusto. Ese es el método tradicional de la elegancia, y el de este rico, afrutado y sugerente Trepat.
Los rosados ya no son colores (anaranjado, rosa palo, fresa…) ahora los rosados son experiencias: atardeceres, jardines de flores, pasarelas de moda, cosmética sugerente… Pero hace falta alma, materia prima, terruño, experiencia, y mucha delicadeza y mimo en su creación. Hay diseños que siguen tendencias frívolas, pero éstos tres tienen calidad y sabor por encima y antes del color. Sin duda, si el momento es gris, lo llenarán de alegría, y si ya es alegre, lo harán inolvidable, porque para ellos y para ellas, estos vinos saben y entienden. Moderación y buena compañía. En la mesa mejor, y si aguantan en la mesa de juego ¡mejor aún! Solo una advertencia, hay muy pocas botellas de cada uno, y la sota ya ha llenado su copa…
