Alameda, su nombre no es fruto de la casualidad. José Ángel Castro y Evangelía Chalatsakos, artífices del proyecto que ya cuenta con un consolidado restaurante y catering en Granada, tuvieron su primera oficina dentro de una alameda, un paisaje muy común en la Vega de su Granada natal. Allí nació este sueño que a lo largo de los años se ha convertido en Alameda (Jorge Juan, 10), algo más que un restaurante que ahora llega a una de las calles más conocidas del barrio de Salamanca de Madrid.
Un espacio que une el diseño y la sobriedad con una gastronomía de sabores puramente mediterráneos con algunas pinceladas viajeras.
Propuesta gastronómica
La carta diseñada por José Ángel Castro y el chef ejecutivo de la marca, Fernando Mario Coradazzi, transporta a sabores de la infancia sin renunciar a aquellas técnicas y herramientas de vanguardia que hagan de cada bocado algo sorprendente.
Alameda apuesta por desarrollar una cocina donde predomine el cuidado por el detalle, con base local e influencias globales. Su máxima es el producto de calidad como sus carnes de buey de raza parda criados en las montañas de León que pueden degustarse en diferentes métodos de preparación: crudas en un suculento steak tartar o tataki, en guiso como las albóndigas acompañadas de guiso de verduritas y cristal de patata o a la parrilla de carbón con su ligero toque ahumado.
La extensa carta se divide en “Los clásicos”, aquellas recetas que no pueden faltar en cualquier restaurante, como la ensaladilla en esta ocasión de centollo con un toque de manzana o la croqueta de bacalao al pipil, homenaje a Alkalde (mítico restaurante vasco que ocupaba el local donde ahora se encuentra Alameda).
“Oda al crudo”, donde encontraremos desde un salmón mi cuit con yogur y lima hasta un atún de almadraba o unas ostras Gillardeau en su versión al natural o al gin tonic y cítricos.
Además de la clásica división de “Verduras” nos encontramos en la carta con el “Aguacate Show”, donde este fruto tropical se puede degustar en diferentes versiones: crema con yogurt o en canelón con cangrejo real y mango. Un homenaje a la costa tropical de Granada como uno de los únicos lugares de España donde se cultiva este manjar.
Entre los platos principales destacan los pescados blancos como el rodaballo, en este caso con una sopa de coco y curry que nos transporta a los sabores del sur de Asia, o el “Mar y Corral”, que se compone de un carpaccio de langostino con picantón en diferentes texturas, cocinado a baja temperatura, acompañado de polvo de aceituna negra, maíz, pimientos confitados y endivias.
Los postres no sólo despuntan por su sabor, su cuidada presentación nos recuerda a autenticas obras de arte. Estas recetas se pueden degustar también a través de un menú degustación de 80€ que puede maridarse en formato corto (100€) o largo (120€) a petición del comensal.
Un maridaje que corre a cargo del sumiller Quique Rivas que ha elaborado una carta de vinos con más de 278 referencias, con una línea común de vinos frescos y divertidos apoyando especialmente a los vinos de autor y bodegas emergentes. Destacar también una gran selección de vinos de jerez, más de 30 referencias.
Alameda es un concepto del que disfrutar a cualquier hora del día, desde el desayuno a la cena, sin olvidar una atractiva propuesta de brunch y coctelería, esta última a cargo de Jorge Ortego.
La sala, comer entre álamos
Un espacio dividido en dos plantas donde los colores sobrios, la verticalidad de los troncos de álamo y los espejos crean una sensación de profundidad que transportan al comensal al interior de una alameda.
Un interiorismo firmado por Materia Singular, estudio de arquitectura y diseño de interiores dirigido por los mismos propietarios del restaurante, que ha querido recrear una arboleda donde se une la elegancia minimalista con materiales como la madera natural que aporta una sensación de calidez.
Un espacio en el que todos los detalles son importantes, desde las sillas inspiradas en el encaje de bolillos, diseño de Patricia Urquiola, hasta las lámparas fabricadas con laminas de madera de álamo de la casa Luzifer. Todo ello diseñado para que degustar la gastronomía de Alameda sea todo un placer con un servicio de sala a cargo de Sonia Vilavendrell.