Poco a poco, en España se han ido popularizando diferentes conceptos de restauración basados en la cocina fusión con base asiática, hasta el punto de que toda una generación ha nacido y crecido inmersa en esta globalización culinaria. Para los jóvenes de 20 o 25 años, nativos digitales, curiosos y de mente abierta, tan conocidos son los makis como los dim sum o los nems del otro lado del planeta. Gran parte de estos millennials –los nacidos alrededor de los años 90– pertenece, además, a un perfil emergente denominado ‘consumidor consciente’: un público comprometido con el medio ambiente, los animales y la sostenibilidad, que reivindica sus ideas a través de sus elecciones de consumo y gasto.
EL CONTINENTE ASIÁTICO EN SU VERSIÓN MÁS ACTUAL
El nuevo Asia A.S.A.K.O. (Asian Super Amazing Kitchen Original. Caracas,1. Madrid), un estiloso restaurante en el corazón de Chamberí, resume estos patrones de consumo que son ya una realidad: comida rápida pero de calidad, dirigida a un público ‘internacionalizado’ y que sabe bien lo que elige. En este caso, auténticos platos de toda Asia, al estilo de los que se sirven en sus típicos puestos callejeros. Los chefs José de Guzmán –de origen filipino, formado en Donosti y con experiencia en restaurantes madrileños como Ultramarinos Quintín y Ginger Boy– y Liu Junning –formado en China y con experiencia en Soy Kitchen– ofrecen recetas clásicas, con ingredientes sostenibles, orgánicos y ligeros, muchos preparados al wok, una técnica saludable. Todo se cocina al momento.
Las especialidades de la casa son el pho vietnamita (caldo de ternera con tallarines de arroz y verduras); el ramen ‘Los tres cerditos’ (tallarín japonés de trigo con cerdo en tres texturas) y el pato asado estilo Vietnam (con pan frito, pimientos, cacahuetes y cilantro). Destacan también dos platos emblemáticos del chef que siguen una receta secreta: el pad thai y los dos tipos de curry tailandés (más o menos picante), que se pueden pedir con pollo, ternera, gambas o verduras. Además, hay divertidos bocados como el rollito ‘nemito’ (una oblea de arroz relleno de cerdo o vegetales, acompañado de una salsa de menta, mayonesa y wasabi), dim sum, baos (‘bao tse tung’, guiño al líder comunista chino) y gyozas caseras. Tanto los clientes vegetarianos como los veganos encontrarán muchas opciones en la carta. Entre ellas, la ensalada de oreja de árbol (un tipo de seta con forma de oreja, que crece en la corteza de ciertos árboles en Vietnam), el tofu frito con base de bok choi, el arroz al wok, las berenjenas loncheadas o el udon.
Pero también hay un capítulo para quienes prefieran carne o pescado, con platos como el ‘paraíso de la panceta’, con brotes de bambú, berenjena y una sabrosa mezcla oriental (menta, chile dulce, limón…), la hamburguesa (inspirada en la receta de Gordon Ramsey) la ensalada de ternera con salsa coreana (que se come sobre una hoja de lechuga, al estilo nem) o las gambas en tempura de panko.
Como homenaje a los desaparecidos Minabo y Tsunami, de los mismos dueños, se han recuperado el sashimi picante Serranito y el tartar Salmon tower (del primero) y las brochetas de pollo yakitoro (del segundo). De postre, no hay que perderse la pannacotta ‘Acoconante’ (bautizada por uno de los socios, Santiago Segura), la tarta de piñones ni la maceta de chocolate, todos ellos elaborados por el maestro Jaime Montero (de la pastelería La Hornada, de Illescas, Toledo).
Como bebidas, se proponen cervezas, refrescos y una breve carta de vinos que puede completarse con los que ofrece el local anexo, la tasca Marcelino, Vinos y Ultraporcinos (de los propietarios de Pinkleton & Wine), que como buen vecino ‘presta’ su magnífica carta de vinos para que puedan ser degustados en Asia A.S.A.K.O. (incluido su Pingus de 999 euros). También, el cóctel Fino Spritz, aromático, refrescante y de baja graduación alcohólica, elaborado con flor de saúco y vino Croft Twist de González Byass.
UN DISEÑO ‘INSTAGRAMEABLE’ Y BASADO EN EL FENG SHUI
El local es flexible y cómodo, de techos altos, con una zona de mesas altas y taburetes y un comedor luminoso. Su artífice es Alejandra Charrabe, arquitecta y diseñadora de interiores (hija de Nacho Charrabe, cofundador y socio de conocidos negocios como Oh Bla Bla!, Bla Bla Bla o Peyote San). De hecho, Asia A.S.A.K.O. se ubica en la misma calle en la que sus padres abrieron Minabo allá por 1999.
Viajera –ha residido en Panamá, EE.UU. y China–, vegetariana y con una gran sensibilidad hacia los animales, Alejandra ha cuidado al detalle el escenario para dotarlo de coherencia con el ambiente que se perseguía; en sus propias palabras, «un estilo desenfadado y divertido, pensado para un público abierto a probar sabores nuevos. Un diseño flexible e inclusivo, sin miedo a la mezcla, que ayuda a darle protagonismo a la cultura asiática, que cuida mucho la tradición y la ceremonia en la cocina».
Llaman la atención los dos grandes dibujos que presiden el comedor, protagonizados por un oso panda y un cerdo vestidos con uniforme militar y el mural con dos tigres entrelazados, símbolo de la fusión nipona-vietnamita que inspira el proyecto. Utilizando las pautas básicas del Feng Shui –ha contado con la colaboración de Ángel García, director de la Escuela Europea de Feng Shui–, Alejandra ha conseguido un equilibrio entre materiales y decoración: chapa al estilo de los puestos callejeros asiáticos, revestimiento tipo panal de abeja, iluminación mediante neones y carriles en el techo para modificar la orientación de los focos. La paleta de colores utilizada, entre naranjas, amarillos y grises, «ayuda a estabilizar el Feng Shui y a no restar protagonismo a la cocina», afirman.
CONCIENCIA MEDIOAMBIENTAL
Para Asia A.S.A.K.O. es muy importante el apoyo a pequeñas empresas locales que fomentan la sostenibilidad; para ellos es una prioridad conocer la procedencia de los alimentos. En línea con este compromiso con el medio ambiente y los derechos humanos, Asia A.S.A.K.O. utiliza ingredientes de productores de cercanía y alimentos con trazabilidad; por ejemplo, su línea de tés ecológicos pertenece al restaurador Carlos Zamora. Colabora también con la fundación Whole World Water, que trabaja para la construcción de pozos de agua limpia y segura. Siguiendo una sensata tendencia cada vez más en alza, el cliente puede pedir agua del grifo, del Canal de Isabel II, que se sirve previamente filtrada. Además, el reparto a domicilio se realiza de forma gratuita y a pie en un radio de 1 km desde el local.
La aceituna de mesa es uno de los alimentos más representativos de la Dieta Mediterránea…
Ya están abierta las inscripciones para H&T, Salón de Innovación en Hostelería, que tendrá lugar…
El Ayuntamiento de Sueca, a través de la Concejalía de Comercio, ha puesto en marcha…
HABLA Nº34 (28 euros) es un Tempranillo fruto de la añada 2021, concebido para celebrar,…
El Patronato de la Denominación de Origen Queso Manchego ha procedido a la elección de…
El Mejor Cortometraje rodado en la D.O. Rueda ha sido para La Celestina, de Rodrigo…