La sucursal veraniega del restaurante madrileño ejerce como punto de encuentro de la Formentera bohemia, interior y alternativa. El restaurante está situado en Sant Ferran de Ses Roques (Mayor, 78. tfno. 971 328 935), pueblo que representa el espíritu de la isla y la esencia del Mediterráneo.
Tras el éxito de Maricastaña, Dray Martina y El Imparcial en Madrid, los promotores de este singular proyecto de restauración decidieron embarcarse en una nueva aventura. ¿Cuál sería el destino de vacaciones ideal para nuestros clientes? La respuesta: Formentera .
Esta isla balear de playas de arena blanca y agua transparente y turquesa, donde María Castaña y cualquier humano soñaría con pasar un verano, es el lugar idóneo para acoger un concepto donde decoración y gastronomía son los protagonistas, y cuyo fin es hacer disfrutar a sus clientes tanto del paladar como del resto de los sentidos. Sant Ferran de Ses Roques es un pequeño y tranquilo pueblo cuyos primeros visitantes fueron hippies buscando una vida sencilla, mezclándose con sus habitantes. Hoy, es uno de los pocos lugares de la isla que apenas ha cambiado , y todavía brilla en él ese aura que lo caracterizó en décadas pasadas, conservando la autenticidad y el toque bohemio con el que se impregnó en los años 60 . Maricastaña Formentera abrió sus puertas el verano de 2016.
RESTAURANTE – TERRAZA – CLUB
El amplio espacio de Maricastaña Formentera cuenta con una gran terraza cuya estructura está
atravesada por los troncos de viejas palmeras. El local, que antiguamente sirvió para celebrar los enlaces de los lugareños , parece haber retenido ese espíritu alegre de estas celebraciones y cuenta con un club que promete convertirse en uno de los lugares más divertidos de la isla. La música en vivo es otro de sus alicientes.
En la decoración se ha buscado reflejar el espíritu mediterráneo y abundan las referencias locales.
Materiales autóctonos como la caña, con la que se han forrado paredes y techos, rafia en sillas y lámparas, el color blanco de la arena de las playas de la isla como escenario para chumberas, palmeras, olivos, velas y guirnaldas que iluminan y ambientan la terraza durante las noches de verano.
El mobiliario está compuesto por una rica mezcla de objetos venidos de Dinamarca, Holanda, Portugal, España, Francia o Túnez. Alguna pieza de anticuario convive con sillas de mimbre de Sika-Design, mesitas de HK Living, lámparas de Light Years, el sillón mariposa de Bloomingville o lámparas de fibras naturales de Cinq Étoiles, con otras creadas en exclusiva para el espacio como la pieza de azulejo portugués vidriado a mano con el neón “This way” que da acceso al club.
LA CARTA
La carta, ecléctica e internacional, es una rica selección de los platos más populares de los restaurante del grupo y otros creados para Maricastaña Formentera.
Una propuesta de tapas veraniegas ideada para disfrutar en compañía, con la vista y el paladar, de una cocina sabrosa y sin pretensiones. Un sencillo y exquisito salmorejo con helado de parmesano, burrata con tartar de tomate y albahaca, mejillones de roca, calamar de la isla o tataki de solomillo con salsa ponzu, son solo algunos de los platos de una carta que rebosa sabor y que ha sido elaborada
concienzudamente para que el cliente conecte con la atmósfera del local y de la isla. ¿Y de postre? Una tarta de chocolate sin gluten con crema inglesa.