Pasear por el Barrio de Salamanca es sinónimo de lujo, y cuando se trata de gastronomía el camino no puede torcerse. Eso mismo pensaron Javier Ungría y Marcos Diéguez, dos amigos que decidieron hacer de su pasión por la comida y por la búsqueda de la calidad, un proyecto en común. Haches (José Ortega y Gasset, 79) es un lugar acogedor, y como a ellos mismos les gusta decir, un sitio con alma.
Los mariscos son una parte importante de lo que ofrece Haches en su carta, un lugar en el que sumergirte con productos de las Rías Gallegas y los mejores puertos de mar y dónde el pulpo «a feira» y a la brasa se convierten en indispensables de la casa.
Pero Javier y Marcos han querido llegar más allá apostando por un lugar en el que cualquier momento sea el oportuno para entrar en el universo Haches. Así, desde las 8 de la mañana comienzan los desayunos, dónde decidir será la única y arriesgada tarea de la que tendrás que preocuparte. Una de las mejores tortillas de patata de Madrid, yogurt griego, o sus smoothies détox, antioxidantes y energéticos son algunas de las opciones que encontrarás.
Respecto a comidas y cenas, ya hemos hablado de los mariscos, pero la carta no acaba ahí. Podrás picotear, elegir una ensalada a tu gusto y pelearte entre comer pescado como el ceviche de corvina con su “punto hot” o carne como su plato estrella: su receta secreta de steak tartar cortado a cuchillo en el momento. Y otras sugerencias como chipirones en ali oli de ajo negro y toque de miel, solomillo con setas y reducción de pacharán y Kimchie, rabo de toro sobre puré de patata trufado y secreto ibérico con tirabeques y yema de huevo de codorniz. El punto dulce lo protagoniza su Torrija HH, una receta con nombre y sabor de la casa. En cuanto a los vinos, su amplia carta puede degustarse tanto en botella como en copas todas ellas a 3 euros. Su carta de cavas y champagnes pueden convertirse en el acompañante perfecto para una buena experiencia gastronómica.
La barra también será un lugar idóneo para conocer Haches con su carta de pinchos, en la que encontrarás su cangreburguer, mejillones y chipirones. Y como no, un lugar idóneo en el que a partir de las doce de la noche la música sube, creándose un ambiente en el que los bloody mary se convierten en protagonistas.
El tándem se completa con el jefe de cocina, Carlos Aceves, discípulo del maestro Luis Irizar y que ha pasado por fogones como los de Arzak, Espai Sucre de Barcelona y un Relais Chateaux en Francia. Cabe destacar su etapa en el Goizeko de La Moraleja dirigiendo el restaurante. En el entorno se combinan la madera con metales en mesas y sillas y paredes azul antracita.