Para celebrar Acción de Gracias el próximo 28 de noviembre, el restaurante madrileño Horcher (Alfonso XII, 6) propone sus platos de caza, uno de los clásicos más reconocidos del panorama gastronómico madrileño. En el 76 aniversario de la apertura del mítico restaurante junto a los jardines del Retiro, recetas con décadas de historia como la becada o la perdiz a la prensa vuelven a la carta entre octubre y marzo.
El 28 de noviembre se celebra el Día de Acción de Gracias y para celebrarlo Horcher propone sus platos de caza. El pasado 12 de octubre se abría la veda y comenzaba en Horcher uno de los momentos más esperados cada año. El brillante expediente de Horcher como sinónimo de exquisitez cuenta con el aval de recetas como la becada o la perdiz a la prensa que llevan en la carta desde sus inicios hace 76 años. Propuestas donde los tiempos de cocción se cuidan con un mimo escrupuloso, según comenta Miguel Hermann, jefe de cocina de Horcher, dado que las carnes de caza por ser de animales salvajes cuentan con menos grasas que otras y pueden quedarse secas al menor descuido. Para la guarnición, se sirven croquetas de patata y cebolla glaseada en el caso de la becada, y puré de patatas y chucrut en el de la perdiz.
Durante la época de caza, Horcher sorprende diariamente a sus clientes con una variedad de platos fuera de carta que funcionan milimétricamente en sala, donde se pueden encontrar propuestas de temporada cocinadas con el máximo mimo, como el faisán asado, o el ganso relleno de manzana en Navidad. Este plato, que estará disponible entre el 6 de diciembre y el 6 de enero o hasta fin de las existencias llegadas desde Francia, destaca por la jugosidad y el sabor de la carne de esta ave y por la espectacular y elegante finalización del plato que se hace en mesa como tradicionalmente. El puré de castañas acompañará a estos platos, mientras el lomo de corzo, otra de las propuestas de caza que se pueden disfrutar en Horcher y que además está incluido en el menú especial 75 aniversario, se sirve con lombarda y spatles (pasta alemana).
La experiencia gastronómica de Horcher llega al culmen con el Baumkuchen, el pastel de árbol, un dulce artesanal hecho capa a capa en un horno especial con un peso aproximado de dos kilos y medio y elaborado con más de 70 huevos. Cortado en láminas veteadas como si de un carpaccio se tratase, se sirve cubierto de chocolate caliente, helado de vainilla y nata siendo desde hace décadas uno de los mayores reclamos. La extensísima bodega de Horcher es un verdadero tesoro enológico dentro de Madrid, y es el lugar donde reposan vinos de añadas históricas que se enriquecen con la explicación y la sabiduría del sumiller Blas Benito, responsable también de que la coordinación entre sala y cocina sea tan espectacular como milimétrica. Horcher, símbolo de tradición y autenticidad, continúa sirviendo experiencias gastronómicas irrepetibles desde 1943. Situado frente a los emblemáticos jardines del Parque del Retiro, sus paredes respiran la impronta y personalidad que el abuelo de Elisabeth, Otto, metió en su maleta para fundar en Madrid uno de los templos del buen comer.
Elisabeth Horcher, cuarta generación familiar, junto con los jefes de sala Raúl Rodríguez Fernández y Blas Benito Aguilera (también sumiller), y el jefe de cocina Miguel Hermann imprimen todo el respeto, el amor y la pasión que se puede tener por este oficio manteniendo viva la llama de la mejor tradición culinaria. Como apunta Elisabeth, actual motor de Horcher: ‘’el trato cercano es nuestra forma de ser, acompañada siempre de un servicio excepcional que hoy en día está en vías de extinción’’. Así, con la honestidad de sus fogones por bandera y volcados en una tradición ajena a modas pasajeras, Horcher sigue siendo una referencia atemporal abierta a todos aquellos que disfruten del buen comer y quieran sentirse simplemente especiales durante unas horas. Todo ello con la garantía de que sentarse en una de sus mesas es un auténtico disfrute sensorial donde el comensal es el protagonista de una bellísima obra de arte.