El restaurante María Luisa, ubicado en el nuevo hotel de lujo del centro de Sevilla (Castelar, 26), ofrece una cocina basada en el producto y el recetario tradicional andaluz, con ciertas dosis de técnica y una cuidada y lúdica presentación; todo ello bajo una versátil formula de menús a la carta. Por su parte, el Fizz Bar, la coctelería asesorada por el barman argentino Diego Cabrera, incorpora una carta de aperitivos convirtiéndose en la primera snackería de la capital hispalense.
Inaugurado hace poco más de dos meses el Mercer Sevilla cuenta con todos los ingredientes para ser un referente del lujo hotelero a nivel nacional. Está situado en pleno centro histórico, concretamente en el Barrio del Arenal, a la orilla derecha del río Guadalquivir, y ubicado en un palacete burgués de 1880: la Casa Palacio Castelar, reformada por Cruz y Ortiz Arquitectos, de la que se han conservado la estructura original en torno a un patio central típicamente andaluz, la fachada clásica y la escalinata interior de mármol. Además de una location inmejorable y de albergar 12 habitaciones equipadas con todo lo necesario para no querer salir, el hotel apuesta fuerte por la gastronomía a través de dos espacios: el Fizz Bar, que acoge la creativa propuesta líquida de Diego Cabrera y una nueva carta de snacks y el recién inaugurado restaurante María Luisa.
COCINA ANDALUZA CON UN TOQUE DE MODERNIDAD
Bautizado en honor al mayor parque de Sevilla, que fue donado a la ciudad en 1983 por la infanta María Luisa de Borbón, el María Luisa es el nuevo restaurante gastronómico del Hotel Mercer. Un restaurante que, por ahora, abre solo por las noches y que permite descubrir los sabores más auténticos y refinados de la cocina andaluza al mismo tiempo que ofrece un pequeño recorrido por algunos de los rincones más bonitos del hotel.
Y es que su oferta gira en torno a una completa experiencia culinaria que comienza con una degustación de diez creativos snacks en el hall del hotel, un espacio de serenidad, cubierto por una impresionante cúpula y arrullado por el sonido de la fuente mudéjar que lo preside. Ésta continúa en el comedor, con capacidad para unos 18 comensales y donde destaca el trabajo de interiorismo: el elegante papel de las paredes de la firma Arte-Internacional, el majestuoso buffet en mármol y madera de Marotte diseñado a medida por el equipo de interioristas de Mercer Hoteles, las mesas Gubi, las sillas de Knoll y las lámparas de Viabizzuno. Aquí, en el comedor, se puede pedir a la carta mediante una económica fórmula que permite elegir desde dos platos de la carta por 36€, hasta seis platos por 72€. Por último, los postres se sirven en el Fizz Bar pudiendo terminar la cena con uno de los cócteles del célebre barman Diego Cabrera.
La carta del María Luisa ha sido cuidadosamente concebida por el chef sevillano Rafael Liñán, mano derecha de Rafa Zafra en Heart Ibiza y con quien también participó en la apertura del restaurante Estimar en Barcelona. Su propuesta pretende poner en valor la idiosincrasia culinaria andaluza a través del uso de productos locales de primerísima calidad y de una base tradicional que sin embargo adereza con una depurada técnica y dosis de creatividad. Así en los snacks que dan comienzo al menú no faltan clásicos de la cultura popular del sur como el rebujito, el pescaíto frito, el salmorejo, las papas aliñás o el mollete de pringá, todos ellos pasados por el crisol de la vanguardia. Como entrantes sobresalen los tomates Los Palacios del Bajo Guadalquivir, las cigalitas de Huelva en gabardina con mahonesa de ortiguillas y la gamba roja de Motril con cebolla confitada y su coral. En los segundos destacan la urta a la roteña, el bogavante a la marinera picante con mollete de Antequera y el cerdo ibérico en varias cocciones con puré de manteca colorá. Entre los finales, todos artesanos, hay por ejemplo torrija casera con mango y burbujas de miel y poleá (un postre típico sevillano parecido a las gachas) con espuma y pan frito.
La carta de vinos recoge una cuidada, precisa y actual selección de vinos, elaborados por productores de tendencia en nuestro país y procedentes de distintas denominaciones de origen, poniendo especial atención a los vinos generosos (Fino, Amontillado, Oloroso y Palo Cortado) y Pedro Ximénez.
FIZZ BAR, LA PRIMERA SNACKERÍA DE SEVILLA
La oferta de restauración del Mercer Sevilla se completa con el Fizz Bar, una elegante coctelería que alberga la propuesta de uno de los mejores bartenders del momento: el argentino Diego Cabrera, quien ha diseñado una completa carta de cócteles clásicos, de creación, con champagne y sin alcohol. Para acompañar la bebida, el bar acaba de incorporar además una carta de snacks artesanos pensados para comer con los dedos y elaborados con productos premium y mucho sabor andaluz. Palos de nata Payoya, aceitunas violás, ensalada de aguacate y erizos, brioches de queso trufado y ostras al vinagre de Jerez son algunas de las propuestas de la primera snackería de Sevilla.