Con este restaurante marisquería de Lagasca, 60, referencia en Madrid desde el año 1966, el objetivo estaba claro. La familia García ha querido reformarlo para darle un aspecto más actual, pero respetando enteramente toda su esencia. Los cambios tenían que notarse pero de un modo sutil, para que no se alterara el recuerdo de lo que ha sido siempre. La interiorista Alicia Peláez Sevilla se ha encargado del proyecto de reforma de este clásico de la gastronomía capitalina dotándolo de una imagen muy actual.
Decorativamente se ha tratado sobre todo de dar más claridad, luminosidad y amplitud. Además de cambiar todos los suelos y techos, era muy importante uniformar los tonos. Ha sido fundamental una carpintería nueva de gran calidad en todo el local, sillas y mesas, así como cambios en aparatos de iluminación, telas, papeles pintados en los reservados, que en conjunto le han dado un toque más moderno y elegante sin perder su identidad.
En este nuevo ambiente con una atractiva y actual estética, lo que no cambia es su excelente oferta gastronómica, manteniendo la indiscutible calidad del producto entre sus señas de identidad y de la que el establecimiento hace gala desde hace más de 50 años.
Exquisitos mariscos y pescados procedentes de los puertos del Cantábrico y del Mediterráneo, suculentos guisos, deliciosos postres y una excepcional bodega con más de 500 referencias. Platos únicos y detalles para crear una experiencia inolvidable en el comensal, ya que su servicio, tanto en cocina como en sala, es de lo más valorado entre sus clientes, algunos de ellos fieles desde hace varias generaciones.
Su rodaballo salvaje entero con su piel es uno de los indispensables de su carta, pero también otros pescados excepcionales como el lenguado y el rape. Entre sus entrantes: el salpicón de marisco, las almejas de Carril a la sartén, las anchoas artesanas de Santoña o los mejillones gallegos al vapor. Mariscos como los camarones de la ría, percebes y langostas, bogavantes y nécoras del Cantábrico. Y una única carne en su carta: el Entrecot de lomo de ternera gallega, además de los mejores jamones ibéricos de bellota. Todos ellos, productos escogidos de primera calidad elaborados de forma sencilla para disfrutar de su auténtico sabor sin disfraz alguno.
Después de más de cinco décadas, La Trainera sigue manteniendo intactos los valores que su fundador, Miguel García Gómez, considerado como una de las grandes figuras de la restauración madrileña por su buen hacer al frente de este establecimiento, convirtió en auténticas señas de identidad: sencillez en la cocina, calidad indiscutible y excelente servicio, que hoy siguen bajo la dirección de sus hijos.
En cuanto al espacio, existen distintas salas con capacidad entre 2 y 70 personas para reuniones de empresa o de cualquier otro tipo y diferentes y acogedores privados.
En su apuesta por la máxima calidad cuentan también con “Puerto Pesquero”, un puesto mayorista de pescado en Mercamadrid desde el que sirven tanto a La Trainera como a su otro restaurante “Los Remos” ubicado en el Km. 12 de la Carretera de La Coruña, además de otros sectores, catering, etc.