Candeli (Ponzano, 47, Madrid) apuesta en otoño por deleitar paladares con un corte de carne singular que aúna solomillo y lomo en una misma pieza. Con la carne acompañada de champagne, el restaurante de Ponzano ofrece comidas o cenas llenas de glamour.
Aun apostando por las recetas sencillas elaboradas con técnicas clásicas, Candeli no deja de marcar tendencia. Famoso ya por el producto que ofrecen, los inquietos hermanos Rivera, propietarios del restaurante, no dejan de idear nuevas propuestas para encandilar a la clientela.
Desde el pasado 12 de octubre y hasta el 5 de noviembre incluido, Candeli apuesta por ofrecer un T-Bone a la parrilla de carbón (auténtica parrilla vasca en el corazón de Chamberí) acompañado de sus deliciosas patatas fritas, y con propuesta de maridaje con champagne Baron de Marck, un brut elaborado a partir de las variedades clásicas de la zona, pinot noir, pinot meunier y chardonnay.
Sobre el T-Bone es un corte con forma de te invertida (de ahí su nombre), con un hueso en medio que separa dos zonas, la parte central del solomillo y una parte del lomo bajo. En Candeli se sirve procedente de vacas raza Holstein, de tamaño pequeño pero con una selección muy exhaustiva en la infiltración de grasa, una raza que permite maduraciones de tan solo 15 días. Habitualmente los T-Bone proceden de animales jóvenes por la facilidad en la corta maduración. En este caso, se ha optado por vaca de raza Holstein obteniendo así un producto diferente y exclusivo. Un rara avis en el mundo de las carnes rojas con firma de la cárnica Discarlux.
El T-Bone tiene un peso aproximado de 900-950 gr, viene acompañado de patatas fritas, y es un plato para compartir. Su precio es de 50 euros, y si se quiere maridar con champagne, son 29 euros más. ¡Un auténtico regalo que permite disfrutar de dos de los productos gastronómicos más apreciados del mundo!
Además, en Candeli siguen por el camino del buen producto ofreciendo en carta carnes, pescados, mariscos y verduras de temporada. Próximamente inaugurarán temporada de setas y demás productos de otoño / invierno. En conclusión, un restaurante donde todos encuentran su plato o, es más, ¡sus platos!
Respecto a las instalaciones, Candeli tiene tres espacios diferenciados: una entrada con mesas altas y con carta de tapeo, un comedor continuo con mesas bajas y ambiente distendido, y una sala ‘escondida’, elegante y confortable.
También el vino es una cuestión clave que se toman muy en serio. Sin necesidad de tener una bodega infinita, Candeli tiene referencias de vino muy bien escogidas. No es de extrañar con dos sumilleres al frente como los dos hermanos propietarios, Alberto y Francisco Rivera. La bodega hace un recorrido por una importante variedad de las D.O. españolas y tiene un pequeño apartado dedicado al champagne. Además, todos los vinos de Candeli pueden comprarse para llevar a precio de tienda.