Desde hoy hasta el 28 de febrero, este gran producto pasará a formar parte de la carta de Rocacho (Padre Damián, 38, Madrid) en diferentes versiones: alcachofas con la emblemática cecina de El Capricho (León), con gamba roja al ajillo o con guisantes y almejas. Eso sí, siempre a la brasa, seña de identidad de su cocina. Fritas, asadas, en sopas, menestras, a la plancha, cocidas e incluso crudas…y es que si por algo destacan las alcachofas es por ser el comodín gastronómico de muchos restaurantes gracias a su gran versatilidad e innumerables aplicaciones.
Hasta el 28 de febrero, el restaurante Rocacho rinde tributo a este gran producto y lo hace trasladando directamente de la huerta a sus fogones un auténtico tesoro de la gastronomía: las alcachofas, manjar delicioso pero de difícil elaboración.
Durante tres semanas, Rocacho incorpora este producto de lujo en su carta y lo hace en diferentes versiones, siempre cocinadas a la brasa: con la emblemática cecina de El Capricho (León), con gamba roja al ajillo o con guisantes y almejas.
Si algo caracteriza a Rocacho es su cocina, marcada fundamentalmente por la excelencia y la calidad del producto, convirtiéndose ya en un auténtico referente de la gastronomía de kilómetro cero.
Con una trayectoria cada vez más reconocida dentro del panorama gastronómico madrileño, Rocacho ya es para muchos un “imprescindible” en su lista de restaurantes. La brasa y la leña constituyen elementos indispensables en la cocina de Rocacho, convirtiendo las mejores carnes, pescados y arroces es una experiencia gastronómica totalmente renovada.
Concretamente, los carnívoros más caprichosos también están de suerte: Rocacho ofrece las espectaculares carnes y cecinas de El Capricho, el mítico asador de Jiménez de Jamuz (León), que no pueden disfrutarse en ningún otro establecimiento de la capital.