Desde su apertura, el restaurante Oslo (Catalans, 8. Valencia) siempre apostó por el producto local y de calidad, algo que su dueña, Olga Vázquez, ha querido trasladar a todas las esferas de su negocio. Su amor por el arte lo trasladó a elegantes presentaciones de sus platos y el interés por la cultura en general y los artistas locales en particular le llevó a inaugurar su primera exposición de ilustradoras valencianas en diciembre de 2019. Ahora retoma la agenda cultural de su restaurante vegetariano inaugurando una nueva exposición de ilustraciones y fotografías gastronómicas.
La exposición “Sabores de colores” representa la poesía, literatura y reflexiones de conocidos activistas del siglo XX en un espacio de vanguardia. La muestra tiene gusto y aroma a libertad y a defensa de los derechos LGTBI+ a través de imágenes de platos veganos y vegetarianos de la carta del restaurante Oslo, que representan los colores de la bandera del arcoíris y la esencia de su significado: la pasión del rojo, la alegría del amarillo, el optimismo del naranja, la vitalidad del verde, la serenidad del azul y la singularidad del violeta.
Estas fotografías gastronómicas vienen acompañadas de frases de algunos de los activistas más representantes del colectivo, como Alice Walker, Chavela Vargas o Rita Mae Brown. Junto a las fotografías se exponen ilustraciones de la artista polaca afincada en Valencia, Yolka Juzyk, que forman parte de la colección “Ikebana”: ligereza de trazos y detalles elegantes, coloridos y floreados. El nombre de esta colección se refiere al arte antiguo que emerge de la naturaleza, muy arraigado a la cultura japonesa. La artista plasma la diversidad desde diferentes prismas. Son rostros, miradas, pensamientos; la unicidad que entraña al ser humano, como los colores, flores y formas en una combinación infinita. Estas ilustraciones también están impresas en unas camisetas a la venta en el restaurante Oslo, de talla unisex y que se pueden adquirir por encargo.
Vajilla artesana de creación local
El idilio con lo artesano y lo local de la cocinera y dueña del restaurante Oslo, Olga Vázquez, continúa esta temporada con la incorporación de una nueva vajilla de piezas únicas que visten algunos de sus platos estrella. Mi Cuit Ilustración, la empresa dirigida por dos valencianos apasionados por el diseño y la ilustración, han creado ex profeso estas piezas torneadas en gres, bizcochadas a mano y cocidas en horno a alta temperatura, consiguiendo un efecto de superposición de esmaltes a pincel con diferentes densidades.
Para el sushi poke, un plato de arroz, aguacate y mango, edamame y buñuelos de pescado vegetal, han optado por diseñar un bol de 23 cm, creando un juego de aguas cristalinas verdes y cremas en su interior con efecto brillante, y un efecto volcánico en mate con diferentes tonalidades de verdes y negros en el exterior. En el caso de la pasta thai picante (udon con salsa thai y verduras al wok), la compañía ha diseñado unos boles de 15 cm con ala alta y combinando dos colores: crema con esmalte transparente y el rojo intenso matizado con pequeñas partículas volcánicas. Todo ello con el fin de vestir las mesas del restaurante Oslo de personalidad y vanguardia.
A las novedades en materia de vajilla también se suman otras novedades en la carta, como la incorporación del dúo de rollitos crujientes rellenos de crema de habas al ajonegro con morcilla vegana y chutney de calabacín o los tacos de maíz con guacamole, carnita vegetal y frijoles servidos con pico de gallo.
Medidas anti-Covid
Además de las novedades culturales, el restaurante Oslo también ha incorporado otras novedades en materia de salud e higiene para prevenir el contagio de la covid-19. Tal y como exige la ley, se ha disminuido el aforo y se han redistribuido las mesas para cumplir con el distanciamiento entre comensales de diferentes mesas y con el recorrido de entrada y de salida del restaurante. En cuanto a las materias primas, llegan temprano cada día para poder ser correctamente higienizadas para su posterior manipulación y almacenamiento. Igualmente se higieniza la vajilla, la cubertería y la cristalería a más de 200ºC y posteriormente se repasa cada pieza manualmente con alcohol. Una vez usados los platos, se transportan sumergidos en una solución de lejía alimentaria desde la zona de servicio hasta su lugar de lavado.
Las mesas y sillas se limpian en dos fases: primero con una solución desengrasante y después con otra desinfectante. En el caso de los aseos, se desinfectan 6 veces al día. Las puertas, los dispensadores, la barra, los pasamanos y todos los elementos susceptibles de ser un puente de contacto entre diferentes clientes se desinfectan con frecuencia durante los servicios.
Asimismo, los manteles individuales, las servilletas y los paños de limpieza son de celulosa disgregable desechable. Las cartas físicas, por su parte, se han sustituido por tarjetas plastificadas con código QR para visualizar la carta desde el móvil, tanto en castellano como en inglés. También se han incluido etiquetas NFC en la cartelería para acceder a la página web en modo contactless. Además de todas estas medias, se ha pintado todo el restaurante con pintura certificada anti-Covid, reformados los aseos y los revestidos con piezas cerámicas que facilitan su desinfección y aseguran su correcta limpieza por su ausencia de porosidad.
Con respecto al personal, ha sabido adaptarse a esta nueva situación, cambiándose de ropa al llegar al restaurante y guardando sus pertenencias en un lugar diferente al que se almacena la ropa laboral. Igualmente, el restaurante Oslo repasa diariamente los protocolos de seguridad e higiene y verificando la disponibilidad de todos los productos de desinfección necesarios para la jornada. Todo el equipo desinfecta sus manos antes y después de tocar cualquier elemento que haya estado en contacto con el cliente.
