En Varsovia, referente de la coctelería española, capitaneado por Borja Cortina (Mejor Bartender de España 2015) y Jorge Oliva (Mejor Bartender Noroeste de España 2016), han creado un especial cóctel que se escribe con “Ñ” de España, la Caipiriña Roja. Inspirado en el apoyo al equipo español que acude a los JJ.OO. de Río de Janeiro, fusiona con sus ingredientes Brasil (cachaça) y España (naranja/vino).
Las Olimpiadas 2016 están a la vuelta de la esquina y, para homenajearlas, los barmen Borja Cortina y Jorge Oliva de la coctelería Varsovia (Calle Cabrales, 18. Gijón. Asturias. 984196842. www.varsoviagijon.com), han creado un cóctel llamado CaipiriÑa Roja. Sí, así se escribe, con “Ñ” de España.
Esta propuesta líquida está pensada como apoyo al equipo español que acude a los JJ.OO. de Río de Janeiro, y busca fusionar ambos países –España Y Brasil- a través de ingredientes como la cachaça y el vino. Su precio es de tan solo 7 euros y se podrá disfrutar todo el verano.
Receta CaipiÑa Roja
Ingredientes:
7cl Cachaça
1/2 lima
1/8 de naranja (1 gajo)
3 cucharaditas de azúcar
Top de vino tinto
Elaboración:
En un vaso High Ball introducir los cuatro primeros ingredientes, majar la lima y la naranja y remover. Añadir hielo picado y remover nuevamente. Servir un top de vino tinto de unos 2cl.
Varsovia es el reino del detalle en coctelería. Borja y Jorge cuidan desde la elección de los ingredientes hasta los elementos decorativos, pasando por el emblemático enclave o el buen hacer de los camareros, y eso se traduce en un magnífico servicio.
La carta -que incluye cientos de etiquetas de destilados- está dividida en tres capítulos: “para todos los paladares, “para iniciados” y “para connoisseurs (o lo que es lo mismo, expertos en la materia)”. En el primero se pueden encontrar cócteles tan inspiradores como el Pecado Original –elaborado con vodka Grey Goose, fruta de la pasión, limón, azúcar y sidra brut-; en el segundo, ese evocador homenaje al genial libro de Haruki Murakami titulado Tokio Blues -lleva ginebra Jinzu, vermouth Noilly Prat rouge, Grand Manier, sirope de cereza, almendra y sake-, o el no menos evocador homenaje al profundo (e intenso) sur estadounidense llamado American Skin -se prepara con Bulleit bourbon infusionado con tabaco, sirope de bacon, sirope de cacao blanco y hierbabuena-.
El último apartado está reservado para los adictos a las emociones fuertes: prueba de ello es el impetuoso The Fisherman -se hace con whisky Talisker Storm, alga codium, agua de mar, erizo de mar y sidra de hielo-, que es el alma de la casa, y lo envuelve todo con su aroma a turba y salitre. Sublime. Por supuesto, también se pueden pedir batidos y otras mezclas sin alcohol.