Durante décadas, han corrido ríos de tinta sobre los Horcher que engrandecían la leyenda de lo que se cocía no sólo en los fogones de su restaurante, sino también en sus salones. Con motivo del 75 aniversario de la inauguración de Horcher frente a los jardines del Parque del Retito, Elisabeth Horcher, cuarta generación al frente del negocio familiar, desvela los entresijos de uno de los restaurantes más emblemáticos de Madrid y lo hace a través de sus recuerdos e imágenes inéditas del archivo familiar, con la colaboración de la escritora madrileña Mª Ángeles López de Celis. La novela histórico-gastronómica Los Horcher se publicará en octubre: 300 páginas con la historia de la Europa del siglo XX como trasfondo en las que se revela lo que nadie contó antes, donde se mezclan ficción y realidad, y además se detallan algunas de las recetas más representativas de la carta de Horcher a lo largo de las décadas como el consomé Don Víctor, el ragú de ciervo y el Baumkuchen (pastel de árbol).
El sueño de Gustav Horcher de abrir un restaurante en el Berlín de 1904 es el punto de partida de cuatro generaciones y 114 años de negocio familiar. Una trayectoria en la que sus protagonistas han hecho frente a los acontecimientos más decisivos del último siglo. En 1943, tras dos guerras mundiales, Otto Horcher abrió las puertas del restaurante Horcher en Madrid junto a los jardines del Parque del Retiro. Llegó de una Alemania convulsa al Madrid de la postguerra y el estraperlo para levantar un negocio de alta cocina y consiguió convertirlo en el lugar de encuentro de personalidades, artistas, miembros de casas reales, empresarios, políticos y espías. Salvador Dalí siempre comía con su mujer y musa, Gala en la que él consideraba su mesa; el cineasta francés Jean Cocteau dejó muchas caricaturas en los libros de firmas; Charlie Chaplin era cliente asiduo, así como Gina Lollobrigida, Sofia Loren, John Wayne, Burt Lancaster, el escritor Ernest Hemingway y muchas familias reales europeas que durante décadas han disfrutado de los salones privados de Horcher son algunos ejemplos. Esta apertura en la capital materializó la expansión internacional del negocio que había empezado su padre y que han continuado su hijo Gustav Horcher y su nieta Elisabeth Horcher.
“Somos unos privilegiados. Pocos negocios alcanzan un grado de excelencia y reconocimiento como el nuestro, pero menos aún consiguen sobrevivir al tiempo y sus coyunturas, a los avatares de la historia o a las desavenencias familiares. Y nosotros lo hemos conseguido”, afirma orgullosa Elisabeth Horcher. La actual gerente del restaurante ha sido el motor principal del proyecto y ha contado con el apoyo y colaboración de su padre y propietario del mismo, Gustav Horcher, para hacerlo posible. El resultado es un libro que atesora toda la tradición de la familia, una apasionante novela sobre historia y gastronomía contemporáneas y la perfecta herramienta “para que los que nos sucedan comprendan mejor el significado del apellido Horcher como sinónimo del más preciado don para aportar felicidad a aquellos que disfrutan del buen comer y quieren sentirse especiales durante unas horas”, apunta Elisabeth Horcher. En la actualidad, ella junto a su equipo, liderado en cocina por el chef Miguel Hermann, es quien mantiene intacta la esencia original de este proyecto familiar. Para celebrar estos 75 años, el restaurante también ha preparado un menú especial que recopila algunos de los platos estrella de su historia.
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