Cuando Bernardino Moreno y su esposa María García abrieron en 1931 las puertas de su primera pastelería, tenían muy claro que su objetivo era dar lo mejor de sí a través de sus ensaimadas y torteles recién hechos y elaborados en su obrador. Lo que seguramente no sospechaban en ese momento, es que estaban creando una empresa familiar que perduraría durante décadas y que esa solo era la primera de las muchas tiendas que desde Pastelería Mallorca se irían poniendo en marcha en Madrid, convirtiéndose en enclave de visita obligada para los amantes de las cosas bien hechas y escenario de celebraciones, encuentros y recuerdos inolvidables para el público madrileño.
Ahora, a tan solo unos meses de celebrar su 90º aniversario, Pastelería Mallorca presenta un nuevo catálogo que, manteniéndose fiel a los valores y filosofía de la marca, es toda una declaración de intenciones con vistas de futuro. Con nuevas incorporaciones como el Kouign Amann, el Cronut, la Cookie salada de chocolate, la Cake de naranja, la Tarta de queso de Fismuler o una Carrot cake reinventada entre sus filas, esta novedosa propuesta es el resultado de una exhaustiva labor de escucha de las necesidades del cliente por parte del equipo de Pastelería Mallorca durante los últimos años.
Con un objetivo claro, ofrecer productos excelentes de los que poder sentirse orgullosos al lucirlos en sus vitrinas y que emocionen tanto al equipo del obrador como al comensal, las nuevas propuestas del catálogo ya están disponibles tanto en las tiendas físicas de la enseña como en su tienda online.
Nueva caja de pasteles
Entre todas las novedades, destaca especialmente la que es la apuesta estrella de Pastelería Mallorca para esta temporada: su nueva caja de pasteles. Con un diseño renovado, minimalista y vanguardista, esta caja de pasteles propone una cuidada selección de pasteles entre los que se encuentran grandes clásicos, como los Eclair, la Tartaleta de crema y frambuesa, la Tartaleta de limón, etc. y nuevas incorporaciones como el Tatin de manzana y especias en miniatura, un “Cookies & cream a nuestra manera”, un Pastel intenso y texturizado de caramelo salado y elaboraciones de sabores tan sorprendentes como el nuevo Eclair de frambuesa y albahaca.
Para Jacobo y Pablo Moreno, directores de producción de Pastelería Mallorca y miembros de la cuarta generación de la familia, “de alguna forma esta caja de 12 pasteles representa exactamente nuestros valores, mostrando nuestra apuesta por combinar el saber hacer y la excelencia de nuestros clásicos con las novedades más atrevidas, jóvenes y contemporáneas. Queremos innovar y modernizarnos sin perder nunca el respeto y sin dejar de valorar los orígenes que nos han acompañado durante 90 años de historia y nos han traído hasta aquí.”
Cabe señalar que en el resultado final de este catálogo, y contra lo que en estos tiempos se podría esperar, los procesos de producción a la “antigua usanza” han recuperado un gran protagonismo. Tras meses de pruebas y análisis, los hermanos Moreno y su equipo llegaron a la conclusión de que volviendo a los orígenes de Pastelería Mallorca, en los que las manos del pastelero y la calidad de las materias primas eran la clave del éxito, y eliminando los principales procesos industriales en la manipulación de sus masas, se obtenían productos de una calidad excelente. Así mismo, también se ha eliminado la automatización en el formado de todas las piezas de hojaldre y croissant y se han recuperado los procesos manuales.
Pablo y Jacobo Moreno
En cuanto a la pastelería, Pablo y Jacobo Moreno señalan que “simplemente apostamos por producciones delicadas, en muchos casos semanales y en otros diarias, de productos con la máxima calidad posible. No quiere decir que no empleemos maquinaria moderna para cortar nuestras tartas, de hecho, tenemos sistemas de corte de última generación por agua y por ultrasonido. Pero sí podemos asegurar que cada producto es cuidado y elaborado de la manera más artesanal posible, respetando el valor de las materias primas y formando constantemente a los pasteleros responsables de crear estos productos.”
En definitiva, Pastelería Mallorca estrena temporada con ilusión y orgullo por el trabajo bien hecho y con una clara apuesta por el producto artesanal, fiel reflejo de los valores familiares que desde sus comienzos se respiran en la enseña.
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