El pasado 21 de octubre se conmemoró el 500 aniversario de la gesta del primer paso por el Estrecho de Magallanes, como uno de los hitos trascendentales en la primera vuelta al mundo realizada por Juan Sebastián Elcano. Por tal motivo Oleoestepa, cooperativa líder de aceite de oliva Virgen Extra de alta calidad, ha lanzado un estuche conmemorativo en el que se muestra un mapa de la época donde se narra esta hazaña.
El estuche conmemorativo incluye tres botellas de aceites de oliva Virgen Extra en formato 750 ml, con perfiles organolépticos especiales, correspondientes a dos monovarietales (Oleoestepa Hojiblanca y Oleoestepa Arbequina) y un coupage (Oleoestepa Selección). Se trata de aceites de recolección temprana, extracción en frío, alto contenido en vitamina E, certificación de producción sostenible y alta calidad garantizada por la Denominación de Origen Estepa. Aunque su lanzamiento está previsto con aceite fresco a mediados de noviembre, ya se puede hacer su reserva en la tienda online.
El acto de presentación tuvo lugar en el Ayuntamiento de Sevilla, contando con la participación de Alfonso Gentil, subdirector general de Relaciones Internacionales y UE del Ministerio de Cultura, el coordinador del Programa de Conmemoración de la 1ª Vuelta al Mundo del Ayuntamiento de Sevilla, Paco Cerrejón, y el responsable de comunicación de Oleoestepa, Óscar Rodríguez.
El lanzamiento de este estuche se enmarca dentro del programa de actividades de muy diversos tipos (académicas, música, teatro y ópera, audiovisuales, museísticas y publicaciones, entre otros) que se desarrollan hasta 2022 con el objeto de conmemorar el V Centenario de la expedición de la primera vuelta al mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.
Este estuche es un humilde y sentido homenaje de las más de 6.500 familias olivareras que componen Oleoestepa a esta gesta histórica, que nos congracia con nuestro pasado y nos alienta para seguir adelante con el compromiso cooperativo hacia la excelencia.
La gesta del paso de Magallanes
El 21 de octubre de 1520, el cronista de la Flota de las Molucas, Antonio Pigafetta, apuntó en su diario de a bordo “después de fijar el rumbo en el grado cincuenta y dos hacia el dicho Polo Antártico en la fiesta que la Iglesia consagra a las Once Mil Vírgenes, encontramos por milagro un estrecho al que bautizamos con ese nombre”. Después de todos los sufrimientos que había padecido la expedición, el descubrimiento del estrecho cumplía todos los requisitos para ser considerado un milagro.
Le aguardaban quinientos kilómetros de pesadilla náutica. Superarlo supondría para Magallanes ser el pionero de una nueva ruta hacia las Indias, de una nueva comprensión de los continentes y hasta del globo entero.
En 1527, seis años después del final de la expedición, el canal ya se había ganado el nombre por el que hoy se le conoce, el estrecho de Magallanes. La habilidad de Magallanes para recorrer toda la longitud del estrecho se reconoce como la mayor hazaña de la historia de la exploración marítima.