Enclavado en el destino gastronómico Bulbiza -y en el local donde se hallara, a finales de los 80, otro espacio mítico de vinos y producto de calidad, Buen Provecho-, El Marginal (Ibiza, 35. Madrid) es un bar genuino que se articula en torno al vino, dejando la cocina en un plano secundario. En El Marginal hay vinos inéditos, distintos, otros vinos… La oferta es dinámica con una carta cambiante de 101 vinos, de los cuales salen diariamente una buena selección de vinos por copas, y una carta de vinos confidenciales que pertenecen a la colección privada de César Ruiz, Flequi Berruti y Nacho Jiménez, artífices de El Marginal. Dentro de este último grupo, hay una selección de vinos desaparecidos, inéditos en Madrid o de productores muy exclusivos, con una producción muy limitada. Es una colección iniciada desde hace más de 20 años, una colección que esperaba el momento de ofrecerse al público, siempre en un espacio tan diferente como El Marginal.
Respecto a los 101 vinos fugaces, todas las referencias que ofrecen son fruto de una relación de confianza y sin intermediarios con los distintos productores, cultivada tras lustros de experiencia en el sector del vino, donde el trío formado por César, Flequi y Nacho son muy conocidos y respetados. Ellos forjaron una cercana relación a su paso por Lavinia a finales de los 90, y después volvieron a juntarse en la distribuidora Alma Vinos. De ese nuevo encuentro surgió su primer negocio juntos: La Tintorería, una conocida tienda de vinos en Madrid. Tras diez años de buena marcha, comenzaron a gestar un nuevo emprendimiento: El Marginal que justo acaba de abrir sus puetas en este verano de 2019.
En El Marginal hay precios para todos los bolsillos y momentos. La pretensión de este bar de vinos tan distinto es fomentar la cultura del vino, de ahí su empeño en tener una oferta amplia. En cuanto a zonas de producción, no hay reglas: se encuentran vinos de todos los rincones de nuestro país y del mundo. La única regla, si acaso, es poner por delante la relación con el productor, su método de elaboración y el tributo al vino que produce y por los viñedos de los que procede.
Para degustar los vinos, El Marginal dispone de copas idóneas para cada uno de ellos, sirviéndose un tipo u otro en función del origen, el tipo y la categoría del vino solicitado.
Y aunque el vino es protagonista, la oferta de El Marginal se completa con notas gastronómicas centradas en los ibéricos de Carrasco y otras chacinas como la butifarra de Cal Rovira, los quesos, las conservas premium de Güeyu Mar, el Caviar París 1925, platos sencillos aunque sabrosos como los huevos fritos de Curro (Cobardes y Gallinas) con paleta de jamón ibérico o morcilla, ensaladas, tostas y croquetas. Además, los viernes, sábados y domingos al mediodía se ofrecen platos de cuchara con firma de distintos cocineros.
En cuanto al espacio, un acogedor semisótano decorado con colores claros, el cliente se topa, nada más entrar, con una imponente cava de vinos, y una confortable barra. Hay mesas altas que no admiten reservas y una mesa grande, para 8 personas, con la posibilidad de ser reservada.