La aerolínea estadounidense ofrecerá a sus clientes 30.000 botellas de este Albariño de Bodegas Masaveu en la clase business Polaris. El vino acompañará los menús gourmet elaborados por chefs ejecutivos de United y chefs del Proyecto Trotter, una organización sin ánimo de lucro dedicada a guiar e inspirar a una nueva generación de mentes culinarias. Fillaboa 2018 es un vino blanco fresco, elegante y frutal, procedente de la histórica Finca Fillaboa (en la imagen), en la DOP Rías Baixas.
Fillaboa, la bodega acogida a la DOP Rías Baixas, perteneciente a Bodegas Masaveu, se sitúa entre los vinos blancos mejor valorados por las aerolíneas y sus pasajeros. Su excelente calidad ha permitido que una importante aerolínea como United Airlines haya decidido acordar un contrato con la bodega gallega que permitirá incorporar Fillaboa 2018 como vino oficial en la clase business Polaris, en los vuelos internacionales de larga distancia con destino a Europa y Sudamérica. United Polaris business class es la apuesta de la aerolínea estadounidense por la exclusividad y la excelencia, con un servicio que presta en toda la flota de vuelos internacionales de larga distancia.
Este acuerdo se traduce en la comercialización de 30.000 botellas que acompañarán los menús gourmet de la clase business elaborados por los chefs ejecutivos de la compañía aérea y chefs del Proyecto Trotter, una organización sin ánimo de lucro dedicada a guiar e inspirar a una nueva generación de mentes culinarias.
El proyecto Trotter surgió tras el fallecimiento del chef estadounidense Charlie Trotter, pionero de la vanguardia culinaria en Estados Unidos que introdujo una nueva forma de restauración en el país. Su aportación a la cocina americana y mundial fue reconocida por la iniciativa que lleva su nombre, que colabora con la compañía aérea que ha elegido Fillaboa para maridar los menús de la clase business.
De esta forma, los clientes de la aerolínea disfrutarán de una experiencia culinaria de ‘altos vuelos’ con platos elaborados con productos frescos y sabores de todo el mundo, que variarán cada mes, acompañados de uno de los albariños de Bodegas Fillaboa.
Esto consagra el prestigio de este vino como un vino de ‘altura’, que cumple los altos estándares de calidad que exige la compañía aérea estadounidense. Esta bodega cuenta con una producción limitada anual de 200.000 botellas con el único fin de controlar el proceso, es decir, la calidad del vino. Actualmente se distribuye fundamentalmente en el canal de hostelería y restauración, y exporta en torno al 40% de su producción principalmente a países como Suiza, China, Dinamarca, Estados Unidos y Alemania.
Fillaboa 2018 es un vino blanco 100% Albariño fresco, elegante y frutal, cuya fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable a baja temperatura, conservando posteriormente el vino sobre las lías finas durante seis meses.
Este Albariño es una de las tres referencias de la bodega gallega, con otros albariños de gran prestigio reconocidos con premios internacionales de gran envergadura como, en el caso de La Fillaboa 1898, el Best in Show en los Decanter World Wine Awards 2019 (DWWA), la máxima distinción del concurso de vinos más influyentes del mundo.
Para José Masaveu, director general de Bodegas Masaveu, “este premio es un reconocimiento al trabajo que realizamos todo un equipo en la elaboración y difusión de los blancos de Bodegas Fillaboa, que sin duda ensalzan los albariños al máximo nivel de calidad siendo una de las firmes apuestas de este grupo vitivinícola’, explica.
Una de las fincas más bellas de Galicia
Fillaboa es un pazo histórico cuya finca ha permanecido indivisible a lo largo de los siglos siendo una de las fincas más grandes, bellas y antiguas de Galicia y la única que, por sus especiales características, pertenece a Grandes Pagos de España. Tras los 1.600 metros del grueso muro de piedra que protege la propiedad, se esconden además de los viñedos, la bodega y un espectacular pazo señorial reconstruido.
Un total de 54 hectáreas de viñedos de uva Albariño plantados en ondulantes laderas conforman la finca de Fillaboa que comprende un total de 74 hectáreas repartidas en 12 pagos en la frontera natural con Portugal, junto a los ríos Tea y Miño. Los suelos ricos y el clima atlántico, con suaves temperaturas por la cercanía del mar, hacen de Fillaboa un lugar privilegiado para el cultivo de la uva autóctona.