Tras más de dos meses de trabajo, puede darse por concluida la campaña de vendimia 2018 en la Denominación de Origen Valdepeñas con una cosecha de 96,8 millones de kilos de uvas procedentes de las aproximadamente 22.000 hectáreas de viñedo inscritas destinados a la elaboración de vinos con D.O., es decir, viñas con rendimientos máximos de 6.000 kilos por hectárea en variedades tintas y de 7.500 kilos por hectárea en variedades blancas.
Más de 2.600 agricultores han recolectado sus uvas en perfecto estado sanitario y en excelentes condiciones de calidad. Como ya se introdujera el año pasado, los viticultores han realizado sus declaraciones de producción por parcela en lugar de por explotación; lo que supone una medida que mejora la trazabilidad del producto en lo que se refiere a garantía del origen. Además, cabe destacar la buena acogida por parte de los viticultores a las inspecciones realizadas por los técnicos de la D.O., quienes han detectado pocas descalificaciones de parcelas, y han constatado el compromiso por la calidad de todos los agentes desde la cepa hasta la copa.
De la cantidad total de uvas vendimiadas en la D.O. Valdepeñas este año, 38,4 millones de kilos corresponden a uvas de variedades blancas autorizadas (Moscatel de Grano Menudo, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Macabeo, Verdejo y Airén) y 58,4 millones de kilos son uvas tintas de las variedades Petit Verdot, Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah y, principalmente Tempranillo. Respecto a la campaña del año anterior, la cosecha de uvas con D.O. Valdepeñas en 2018 ha sido superior en 3,4 millones de kilos, lo que supone un aumento de algo más de un 3,6%.
Por poblaciones, aproximadamente el 50% de la cosecha se ha concentrado en el término de Valdepeñas, y el resto entre las nueve localidades vecinas cuyo territorio total o parcialmente forma la zona de producción de esta Denominación.
La climatología de este año en el territorio que abarca la D.O. Valdepeñas se ha caracterizado por las precipitaciones durante primavera y suaves temperaturas en verano. Además, la floración en primavera fue ligeramente más tardía. Todos estos factores han provocado que el comienzo de la campaña se retrasara hasta comienzos de septiembre, y que el resultado sea una materia prima de buena calidad.