Llega la vendimia, uno de los momentos más importantes que rodean al mundo del vino y el enoturismo. Se trata, por tanto, del momento de mayor esplendor en las bodegas que, con el nacimiento de una añada nueva, entran en plena actividad con la recolección de la uva y la elaboración del vino y hacen partícipes de ello a los apasionados que se animen a visitar la bodega hasta mediados de noviembre. Bodegas y Viñedos Pradorey, en plena Ribera del Duero, fieles a esta cita ineludible, se une a la celebración con un programa de actividades que convierten la experiencia en una escapada diferente: un viaje sensorial y en primera persona, aprendiendo de la uva y disfrutando de ella, así como de la gastronomía del lugar, al que le acompaña la historia. Un viaje para explorar el mundo del vino en el que aprender, disfrutar y reír están asegurados.
La finca histórica más importante de la zona, nombrada Real Sitio de Ventosilla por Isabel la Católica, la de Bodegas y Viñedos Pradorey, en Gumiel de Mercado (Burgos), será el escenario de actividades únicas de enoturismo en la Ribera del Duero. Hasta principios de noviembre las puertas de Bodegas y Viñedos Pradorey estarán más abiertas que nunca para recibir a todo aquel dispuesto a formar parte de ellas. Las visitas tradicionales (12€/pax) que se suceden a lo largo del año se convertirán estos días en una oportunidad de vivir la vendimia de principio a fin. A través de un recorrido descubriendo los diferentes métodos de elaboración y envejecimiento de los vinos –este año las protagonistas serán las damajuanas– todos los asistentes participarán en un juego sensorial y disfrutarán de la cata de dos vinos de la gama alta de Pradorey, como maridaje a un surtido de ibéricos y productos gourmet, como su queso y aceite, de elaboración propia.
Los fines de semana del 5 y 12 de octubre se vivirán con especial emoción, pues para estos días hay preparadas unas experiencias empapadas de autenticidad. Unas jornadas divertidas y participativas diseñadas para el disfrute de todos con la oportunidad de alojarse en la Posada Real de Pradorey y disfrutarla tanto en pareja, como en familia o con amigos (90€/pax con una noche de alojamiento y 58€ los niños). La escapada perfecta para sumergirse en el mundo del vino comienza experimentando la vendimia en primera persona, recogiendo uva, despalillando, pisando uva y catando el mosto. Los jardines de la bodega serán el entorno ideal para reponer fuerzas con un aperitivo a media mañana antes de adentrarse a la bodega para conocer y catar los vinos. Es en este paseo cuando podrás aprender los muchos secretos de la elaboración del vino, pero -como novedad este año- con las damajuanas como protagonistas. Este recipiente de vidrio, sinónimo de tradición, guarda un papel muy importante en el final de este proceso, aportando al vino un carácter diferenciador. Con ella emprendemos un viaje a los orígenes vitivinícolas para descubrir una original forma de fusionar la tradición más arraigada con la modernidad de la bodega, todo en una sola garrafa. Después de tan didáctico y entretenido recorrido, se pasará a la mesa del comedor de La Posada para degustar un almuerzo típico castellano.