El presidente del Consejo Regulador, José Miguel Medina, explica que “el año 2020 ha sido muy complicado”. En primer lugar, “sentimos mucho el fallecimiento a causa de la pandemia de viticultores, bodegueros y familiares”. Este problema sanitario, además, “ha dejado clara la importancia relativa de las cosas”. Destaca “la relevancia del sector primario en el que nos encontramos como sector vitivinícola, sector esencial”. Ha quedado de manifiesto la “necesidad de dignificar el trabajo de los agricultores-viticultores, que no han cesado en su trabajo y empeño por el abastecimiento continuo del mercado”. Además, comenta Medina, “la bodegas nos hemos tenido que reestructurar potenciando nuevas vías comerciales, como la online, por ejemplo”. La comercialización de los vinos Utiel-Requena “se ha comportado muy diferente dependiendo del canal de comercialización en el que nos centremos”.
Apoyo al canal Horeca
Sin duda, “quien más presión ha padecido es el canal Horeca”. Se trata “de un mercado necesario, en el que la complicidad con este sector hostelero siempre ha sido nuestra gran baza de posicionamiento del producto diferenciador y de calidad”. Indudablemente, indica Medina, “nuestro apoyo al canal Horeca es incuestionable y en numerosas ocasiones hemos manifestado nuestro compromiso y solidaridad en unos momentos difíciles como los vividos y que en la actualidad seguimos viviendo”. El año 2021 se inicia “con gran incertidumbre, pero también con la esperanza en la vacuna contra la Covid-19 para que sea la clave de la reactivación y vuelta a la normalidad”.
Cosecha 2020
En cuanto a la cosecha 2020 los datos definitivos son superiores al año anterior en un 13 %. En lo referente a la calidad de la uva, fue muy buena y muy superior a 2019. El 2020 resultó ser un año más lluvioso que la media, con un total acumulado de 503 l/m2 (420 l/m2 media). Del ciclo vegetativo, cabe resaltar que la brotación fue algo más retrasada de lo normal debido a que el mes de abril fue lluvioso y fresco. Esta comenzó a principios de mayo, y como consecuencia de las lluvias de todo el invierno y la primavera, la brotación se produjo de forma homogénea y con muy buen desarrollo, si llegar a producirse heladas primaverales.
La vendimia de variedades blancas para vino tranquilo comenzó en la zona más cálida a mediados de septiembre. Las bodegas en general esperaron a vendimiar las uvas tintas para que madurasen hasta su punto óptimo, generalizándose la vendimia para finales de septiembre. Se alargó hasta mediados de octubre, en la zona más alta. La vendimia fue seca y la uva llegó muy sana y con elevada calidad a las bodegas.
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