Estos tres vinos tienen en común algo más que su condición de manchegos: son expresión del terruño y están elaborados al detalle: cuesta mucho hacerlos, pero muy poco beberlos. Moderación y buena compañía. En la mesa mejor, y si aguanten en la mesa de juego ¡mejor aún! Solo una advertencia, hay muy pocas botellas de cada uno, y la sota ya ha llenado su copa… Por Javier Fernández Piera
– Chardonnay 2013, Manuel Manzaneque, D.O. Finca Elez
100% Chardonnay.
Maceración carbónica De 8 a 9 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés.
La Chardonnay podría haber sido la uva del “destape”: Los españoles amantes del vino iban a Francia para ser seducidos por sus interminables versiones, todas ellas apasionantes, tuvieran el carácter ácido y serio del norte, o la dulzura que adquiere al calorcito. Hasta que empezaron a plantarla en España: una revolución. No es que fuera ligera, pero es verdad que se adaptó muy bien a nuestras costumbres y, hay que reconocer, era más exótica que las trilladas Verdejo, Albariño, Viura, Airén… Don Manuel Manzaneque (DEP) fue uno de los primeros ligues de esta uva y, digámoslo, la cuidó y mimó saliendo a vendimiar a la luz de las estrellas hasta conseguir sacar su mejor versión. En los altos viñedos “La Vieja” y “La Casa” a más de mil metros en su Finca Elez (Albacete), la acidez de clima frío es corregida a “palos” con madera. ¡Y el resultado es de órdago!
– Gran Calzadilla 2013, Uribes Madero, D.O. Calzadilla
100% Cabernet Sauvignon
Año y medio de crianza en barricas de roble francés de 300l.
Cada vez son más manchegos triunfando en la diáspora. Será que están bien criados, con buena madera –de la que vienen y de la que reciben-, pero algo tiene La Mancha que da un carácter especial. Los que se quedan, también ganan: En Cuenca hay auténticas joyas desconocidas, y entre ellas la bodega de la familia Uribes. O mejor dicho, su Pago Calzadilla, donde la viticultura está entregada al terruño. La Cabernet Sauvignon es la que más alegrías ha dado a esta casa y la que mejor se ha adaptado a un clima áspero. Pero aunque el esfuerzo, cuando hacemos lo que nos apasiona, puede hacerse esperar, siempre tiene premio. Por eso este vino se llama “Gran”, porque es la recompensa y “gran éxito” del repertorio del artista Paco Uribes quien, como Cela con la literatura, éste con el vino, ha vuelto a resaltar la Alcarria en el mapa.
– Summa Varietalis 2012, Marqués de Griñón Family States, D.O. Pago Dominio de Valdepusa
Syrah, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot
Un año en barrica de roble francés
En la era de las trilogías nos dejamos deslumbrar por La Guerra de las Galaxias ¡pero si no era una trilogía! Geniales sí, pero nueve. Mejor, y más exactas, son “Las Novelas de D’Artagnan” de Alejandro Dumas, que además son redondas pues el narrador nos presenta las aventuras de tres mosqueteros archiconocidos. En este vino, el trío es femenino: la seductora Cabernet Sauvignon, la potente Syrah y la fina Petit Verdot. Y el espadachín que lucha por la justicia y libertad de los buenos vinos es Carlos Falcó. Sus peripecias tratan de sumar fuerzas –viñas- y levantar la copa para brindar al son del “Unus pro omnibus, omnes pro uno”. El final, lo podemos contar: uno de los vinos más emblemáticos pues supone una ruptura en la viticultura tradicional manchega y española. Moderna y con técnicas pioneras en su época, esta suma de variedades da un resultado de 10.
Icono tradicional y con merecida cátedra en la picaresca clásica española, la sota es provocadora: Siempre con una copa en la mano. ¿Vacía o llena? Imposible saber, pues es parte del juego. Esta figura, que es un 10 –en todos los sentidos- seguirá sonriendo con la ambigüedad de la Monalisa mientras nosotros hablamos de vinos…