Lacrima Terrae busca posicionarse como un espacio de conversación alrededor del vino, donde proyectos singulares y comprometidos con la sostenibilidad puedan tener visibilidad y transmitir lo que hay detrás de cada una de sus botellas. En Lacrima Terrae cada vino tiene su propósito y su historia, nada se elige al azar.
Alba y Sofía, fundadoras
Alba y Sofía, las fundadoras de este proyecto, buscan y escogen con mimo bodegas y vinos que compartan sus valores. En esta búsqueda ponen especial atención a proyectos que intentan hacer las cosas de forma diferente. Bodegas que, desde el respeto por la tierra, experimentan con nuevos métodos de cultivo y vinificación, como por ejemplo la recuperación de variedades autóctonas o el uso de animales para controlar plagas.
Lacrima Terrae nace en un momento en el que Alba y Sofía, tras haber trabajado durante algunos años en grandes empresas, buscan crear un proyecto que represente lo que son y lo que realmente les gusta: el buen vino y una forma más consciente y sostenible de hacer las cosas. Y es que, estas dos hermanas han crecido de la mano de la bodega que fundaron sus padres hace 23 años.
Prior Terrae, del Priorat al mundo
Su primera referencia es la de su propia bodega, Prior Terrae, que ha elaborado los vinos Optare blanco y tinto en exclusiva para esta plataforma. Unos vinos ecológicos que nacen en el Priorat y que sorprenden por partes iguales a expertos y novatos. Una edición limitada que se cría en ánforas de barro, lo que potencia la fruta y los aromas naturales de la uva.
Además, el proyecto crece este mes con la incorporación de una nueva bodega, Bodegas Enguera. Esta bodega, que cuenta con la certificación ecológica y vegana desde 2011, ha ido un paso más allá, creando su propio centro de investigación: Enguera Planet. En él desarrollan diversos proyectos destinados a mitigar el impacto medioambiental de su bodega. En Lacrima Terrae podremos encontrar tres de sus vinos: el vino blanco Blanc d’Enguera, y los tintos Aliats y Paradigma.
Salir de «los clásicos»
Con Lacrima Terrae, Alba y Sofía no solo buscan dar visibilidad a marcas que apuestan por realizar vino de forma diferente, sino también animar a las personas a probar cosas nuevas utilizando un enfoque sencillo y accesible. Demostrando así que podemos salir de «los clásicos» y seguir disfrutando de buenos vinos.
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