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PREMIOS 100 POR 100 ORIGEN. Mejor Enólogo-Sumiller: Raúl Pérez

Raúl Pérez Pereira (Valtuille de Abajo. León. 1972) fue considerado hace poco por la Guía de Vinos Bettaane + Desseauve como “el mejor enólogo del mundo”. Recibió dicho reconocimiento en Shanghai (China) y, a pesar de lo relativo de tales calificaciones, lo cierto es que éste y otros muchos premios avalan una trayectoria de más de dos décadas elaborando, más allá del Bierzo, vinos diferentes y llenos de personalidad por diferentes regiones de España y el mundo: Galicia, León, Madrid, Ávila, Fondillón de Alicante, Almansa, Asturias, Portugal, Sudáfrica… Está fuera de España tres meses al año, cuatro al menos fuera del Bierzo y anda ilusionado con la nueva bodega que está construyendo en Valtuille, entre otras muchas aventuras.

Texto: Luis Ramírez

Hace pocos días visitó la Redacción de ORIGEN, recién aterrizado de Estados Unidos, pues había acudido a San Francisco para recibir otro importante reconocimiento: el premio que Wine Spirits otorga a las 100 mejores bodegas del mundo. Y también visitó Nueva York, como le gusta hacer a menudo.

La “sencilla complejidad”

Asegura que está cansado y que tiene que reducir el ritmo de viajes pero no resulta demasiado creíble considerando la trayectoria de este berciano inquieto, cuyos vinos, basados en una “sencilla complejidad”,  marcan tendencia y estilo para multitud de seguidores. Y eso que todo lo que lleva su firma no es ni moderno ni comercial. No son para todos, pero sí son vinos con alma. Aunque asegura que las cosas que encuentra últimamente en algunos restaurantes neoyorquinos le provocan un poco de desconcierto, porque se ha ido creando “una conciencia terrible por lo natural que reivindica vinos muchas veces extraños, muy diferentes a lo que nosotros buscamos. Vinos radicalmente naturales que  van ganando terreno en los restaurantes más vanguardistas. De todas maneras, las modas se suceden a gran velocidad”. 

Formado en la Escuela de Viticultura y Enología de Requena, en Valencia, después desarrolló estudios superiores de Ingeniería Técnica Agrícola en Lugo, en cuya fase final se hizo cargo de la empresa familiar, hasta que en 1997 asumió la responsabilidad a tiempo total. Poco después  reparó en la calidad de la variedad autóctona tinta berciana, la Mencía, y del interés internacional que empezaba a despertar. Ése fue el punto de partida. A partir de ahí, a finales de los noventa empezó a hacer unos trabajos en Monterrei, en Galicia,  con las mismas variedades pero en otro escenario y con diferentes condiciones. Y, sobre todo se dio cuenta de que  la climatología que rodea a un viñedo, la altitud o el suelo, modifican totalmente el vino y eso se convierte en el elemento clave.

Pasó después a Ribeira Sacra y a Tierra de León, siempre buscando la red de las Mencías en diferentes escenarios, e inició un círculo que no se ha detenido hasta ahora, mientras su prestigio internacional crecía. Siempre con una bandera: asegura que en cada proyecto vitivinícola que asesora pesa más la persona que el proyecto: a lo largo de los años, ha hecho vinos en zonas que ni tan siquiera se conocían, porque eran proyectos personales y generalmente con las variedades autóctonas como punto de partida.

Ser distinto para no ser vulgar  

Viticultor en la base, fue evolucionando como técnico-elaborador o enólogo y después hacia vendedor o comercial. Pero él sabe que, finalmente, siempre volverá a la viña, que nunca olvidará el origen, esa parcela de Villegas, en Valtuille, donde comenzó su explosión o quizá la de Rapalao, que es más fresca. Siempre siendo distinto: “Si no lo eres –nos dice- caerás en la vulgaridad”.

Asegura que el Bierzo atraviesa una etapa interesantísima de la mano de pequeños productores, “aunque llegará un momento en el que no habrá uva para todos”. Que sigue investigando con nuevas variedades bercianas, que la Godello está disparada  y que la Ribeira Sacra aún tiene que estallar, porque se encuentra aún al 30 por 100 de sus posibilidades. También se hablará mucho de esas comarcas de León en las que se ha conservado la Pietro Picudo. En su pueblo, Valtuille de Abajo, se agolpan en la actualidad hasta catorce proyectos vitinícolas “y eso es muy bonito, porque todos los habitantes están vinculados a esta actividad”

A través del PREMIO 100 POR 100 ORIGEN, queremos reconocer esta historia de pasión por el vino y por la tierra, la capacidad de Raúl Pérez de ser universal a partir de una reivindicación serena de la singularidad de su territorio berciano y de otros muchos proyectos siempre vinculados a la sostenibilidad. Un triunfador humilde que merece todos los aplausos.

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