Almudena Alberca, primera mujer española en hacerse acreedora del prestigioso título de Master of Wine, ha sido la responsable de conducir el evento ‘Plaza Mayor de Rioja’, un encuentro enogastronómico organizado por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja en Sevilla donde se ha recreado un mercado con producto típico de Rioja y en el que se han presentado los vinos designados con sus nuevas indicaciones geográficas.
El evento, enmarcado dentro de la campaña de promoción en el mercado nacional y después de haber sido presentado a profesionales el pasado mes de septiembre en Madrid, ha aterrizado en el Museo de Carruajes de Sevilla, segunda parada elegida dentro de este tour de presentación de los nuevos vinos.
Allí, Rioja ha dado a conocer sus novedades que, junto a su tradicional sistema de crianza en barrica y envejecimiento en botella, hacen que Rioja cuente cada día con una mayor expectación por parte del consumidor, ratificando así el interés por recibir una mayor información en el etiquetado de sus vinos, en especial por parte del público más joven.
La cita ha albergado a más de un centenar de profesionales del mundo de la prescripción, la sumillería, la hostelería y la distribución de vinos, y se ha generado un debate muy interesante acerca del origen, el terruño y los valores de esta apuesta por entidades geográficas de menor tamaño para reconocer su diversidad y contribución a la excelencia de los vinos de Rioja.
Para conocer de una forma práctica esta clasificación, el encuentro ha comenzado con un debate abierto sobre el mundo del vino donde se han podido conocer en detalle las historias de Carlos Piserra, de Bodegas Larraz, Carlos San Pedro, de Bodegas Pujanza y Chema Pangua, de Bodegas Viñedos de Alfaro, quienes han puesto voz – y alma – a todos estos nuevos hitos del sector, relatando cómo el mundo del vino se cruzó en sus caminos y cómo su propio origen, el de cada uno con sus viñas y sus vinos, ponen en valor la historia personal que hay detrás de cada etiqueta.
Pablo Franco, director del Consejo Regulador, ha profundizado acerca de este nuevo tipo de menciones, y cómo Rioja, la Denominación más antigua y prestigiosa de España, siempre inmersa en una búsqueda de mejora, consigue amoldarse a los nuevos tiempos y satisfacer la demanda del consumidor.
Tras las intervenciones, Plaza Mayor de Rioja se ha convertido en un mercado gastronómico en el que se han podido degustar más de 60 referencias, de 30 bodegas, de vinos de zona y municipio en armonía con productos típicos de las tres zonas que componen la DO.
Además, y en primicia, habiendo pasado la segunda y última cata requerida para ser certificados como tal, se han podido catar los 13 primeros – y esperados – vinos procedentes de Viñedos Singulares, figura de nueva creación que pone en valor un paraje o sitio rural con características propias que lo diferencian y lo distinguen de otros de su entorno. Los elaboradores, además de demostrar la trazabilidad de las uvas y la especifidad del viñedo, tendrán en cuenta otros requisitos cualitativos como las condiciones del suelo o a la contención de rendimientos de forma que para el consumidor, Viñedo Singular será una garantía de calidad, contrastada y certificada por el Consejo Regulador.
Las Nuevas Indicaciones Geográficas
Los avances de los últimos años responden a la nueva regulación que la Denominación ha venido debatiendo durante los últimos años y aprobó en verano de 2017 mediante la puesta al día del esquema de certificación de los vinos de Zona y el impulso de otro en los mismos términos para los vinos de Municipio, con antecedentes en 1998 y 1999 respectivamente, definición de requisitos para identificar vinos procedentes de un viñedo singular y la ampliación de su catálogo de productos con los espumosos – blancos y rosados – de calidad.
Fernando Salamero, presidente del Consejo Regulador, ha resaltado cómo «estas nuevas figuras aumentan la visibilidad de unidades geográficas de menor tamaño, precisando y certificando, en la propia etiqueta, el origen concreto de los vinos y destacando la autenticidad de nuestras raíces, lo que realmente nos hace únicos». También aseguró que con estos cambios “Rioja vuelve a demostrar ser una marca vibrante y dinámica que enriquece su tradicional oferta con objeto de facilitar una mayor y fiable información al consumidor sobre el origen del producto asegurando así la transparencia y veracidad que la caracterizan”.
Apuesta por la calidad desde 1925
Los cambios son el fruto de una línea de trabajo desarrollada por el Consejo Regulador con objeto de facilitar una mayor, rigurosa y fiable información al consumidor sobre el origen del producto. De esta forma, se permite conocer con detalle no solo que se trata de un vino joven, de Crianza, Reserva o Gran Reserva de Rioja sino que, además, el Consejo Regulador certifica la procedencia atendiendo a un origen concreto, proviniendo de una determinada zona, municipio o paraje, y añadiendo factores determinantes como la edad concreta de las viñas o la metodología de elaboración llevada a cabo.
El objeto de este control es garantizar la máxima calidad de los vinos, exigencia a la que Rioja está acostumbrada desde sus inicios en 1925, al tratarse de la denominación más antigua de España y la primera en recibir el rango de ‘Calificada’, siendo una de las regiones vitivinícolas líderes tanto en el mercado nacional como internacional, gracias a las garantías que ofrece en calidad y autenticidad de sus vinos.