Tomàs Cusiné presenta una edición limitada de Microvinificaciones de viñas plantadas en Les Garrigues Altes, nueve vinos que son fruto de su experiencia profesional y personal y su amplia trayectoria en el mundo del vino, en los que vuelca su afán innovador y su faceta de intérprete del viñedo.
Las Microvinificaciones son vinos de parcela y monovarietales que buscan la máxima expresión de la variedad y el terruño, y que rescatan métodos de elaboración tradicionales, como los vinos naturales, el brisado para vinos blancos o la vinificación de un espumoso ancestral.
Se trata de vinos elaborados respetando al máximo la procedencia de la uva y sin añadir, en algún caso, sulfitos, y fermentando con levaduras autóctonas. Una colección donde Cusiné vuelca toda su experiencia de más de treinta años elaborando vinos en la DO Costers del Segre.
Tomàs Cusiné comenzó en los años 80 en la bodega familiar, Castell del Remei. Su pasión le llevó a emprender Cérvoles Celler en el año 97, apostando por un terroir y unos vinos que marcaron un punto de inflexión en la región, al tiempo que se incorporó a la reconocida asociación Grandes Pagos de España. En 2002 fundó la bodega Tomàs Cusiné en El Vilosell, donde buscó la elegancia de los vinos y que en solo 10 años consiguió el premio por la Asociación Catalana de Sommeliers como “Mejor bodega de Catalunya”. En 2012 se lanzó a explorar nuevos horizontes gestando el proyecto Cara Nord, la bodega de vinos de altura de las Montañas de Prades.
Les Garrigues, en primer plano
Ahora su experiencia y continuo afán por investigar han creado estos nueve vinos, que son una mirada microscópica del viñedo de Les Garrigues Altes y de las múltiples expresiones de las viñas que cultiva en su propiedad. En la serie Microvinificaciones, Tomàs Cusiné vuelca su experiencia y maestría en el conocimiento del terroir leridano. Son interpretaciones muy personales de la materia prima en forma de elaboraciones como el brisat natural de Macabeo, vino blanco tradicional que se caracteriza por la maceración con las pieles de la uva y donde Cusiné prescinde de la adición de sulfuroso, o un Sauvignon Blanc fermentado en barrica, o un espumoso ancestral de Riesling, o monovarietales de fincas de Garnacha, Syrah, Chardonnay y Cariñena, todos ellos fermentados con levaduras autóctonas de la propia finca y procedentes de parcelas excepcionales, cuidadosamente seleccionadas. Cada una de estas Microvinificaciones es una expresión singular de la complejidad del suelo y su combinación con la variedad, elaborado de la forma más transparente posible para conservar la máxima conexión con el origen.
El PVP de estos nueve vinos oscila entre los 20€ y los 40€.
Casa Orellana (Orellana, 6. Madrid) y Katz (con varios emplazamientos en la capital) se unen…
El panettone de Casa Losito es un ya un clásico en nuestro país, no en…
Castilla y León y Canarias se han llevado los máximos honores en el prestigioso Certamen…
A’Barra, una de las referencias gastronómicas más destacadas de Madrid, que conserva su estrella Michelin…
De producción limitada y artesanal, con cacao trazable y sostenible, la nueva edición de Costiña…
La tradición de La Ancha o la frescura de Fismuler se mueven donde quiera el…