Ha sido necesario un año de investigación, trabajo y transformación del programa de visitas para adultos de Bodegas Valdemar, para desarrollar la primera experiencia enoturística inclusiva y accesible adaptada para todos.
Existen bodegas que ofrecen distintos grados de accesibilidad, pero lo que hace a esta iniciativa muy novedosa es el hecho de ser la única en nuestro país que ofrece enoturismo inclusivo, no adaptado, ya que en un mismo recorrido todas las personas disfrutan por igual, independientemente de sus necesidades.
De esta manera, la #ExperienciaValdemar que ya ofrecía la conocida bodega familiar de Rioja Alavesa, evoluciona y ahora pueden asistir los visitantes con discapacidad cognitiva, auditiva, visual, física y orgánica. Un colectivo que, según el último estudio del INE, cuenta con más de tres millones ochocientas mil personas al que las actividades inclusivas como esta, no solo les acerca a la cultura del vino, sino que les aporta independencia y privacidad para realizar turismo por sí solos.
Un recorrido enoturístico centrado en los sentidos
Valdemar cuenta con los elementos necesarios para que los aficionados a la cultura del vino, con sus diferentes necesidades, disfruten de los espacios que se dan a conocer de su bodega con los sentidos que nos unen a todos como son el olfato, el gusto y el tacto.
Para ello, se dispone de un vídeo de introducción traducido al lenguaje internacional de signos; interpretación de la visita en lengua de signos mediante QR que es especialmente útil para proporcionar autonomía total para visitantes sin capacidad auditiva; un folleto de lectura fácil en braille para discapacidad cognitiva; traducción al braille de las etiquetas de los vinos disponibles en la tienda; un interesante juego de aromas durante el recorrido; pictogramas de lectura fácil para garantizar la comprensión; un vídeo de catas también en lengua de signos y una página web de enoturismo diseñada de forma accesible.
Asimismo, Bodegas Valdemar ha transformado sus instalaciones creando accesos adecuados mediante rampas, ha cambiado parte del mobiliario para evitar barreras de movilidad, las señales del recinto ahora son más intuitivas y claras, se ofrecen baños adaptados y hay plazas de aparcamiento reservadas para facilitar la accesibilidad.
Por otro lado, el equipo de enoturismo de Valdemar, el encargado de realizar personalmente la guía de las #ExperienciasValdemar, ha obtenido el certificado de “atención a personas con necesidades especiales” que otorga la empresa Equalitas vitae, especialista en turismo accesible.
Ana Martínez Bujanda, directora de Marketing y Comunicación de Bodegas Valdemar, comenta que “los primeros visitantes con discapacidad que han disfrutado de esta vivencia de enoturismo única, nos han transmitido que han sentido, por primera en vez en mucho tiempo, la sensación de independencia al poder realizar un plan de ocio por si solos. Pero al mismo tiempo, al haber hecho las visitas más sensoriales, se han transformado, en general, en mucho más interactivas para todo el mundo. Esta repercusión tan positiva nos hace mirar hacia delante y plantearnos otros nuevos retos para mostrar nuestra forma de entender la cultura del vino”.
#ExperienciaValdemar tiene una duración aproximada de 90 minutos, un coste de 18€ e incluye la cata de 3 vinos maridados con 3 tapas. Existe la posibilidad de contratar opcionalmente una traductora al lenguaje de signos para obtener una traducción simultánea de la visita.
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