Una selección deliciosa de vinos y botánicos como la hierba santa, la genciana, la hierba gitanera o el cardo bendito y especias como la nuez moscada, el azafrán o la piel de naranja conforman lo último de Castell del Remei, su Vermut Clásico, un vino aromatizado que recupera una receta histórica de la bodega y recuperada para nuevos públicos.
En los años 20, Castell del Remei era conocida, además de por sus vinos tranquilos, por la elaboración de aromatizados como el Licor de camomila del Castell del Remei y destilados como el Brandy del Castell del Remei, y es precisamente una receta antigua de esa época la que ahora se rescata para sacar a la luz este vino aromatizado. La base del Vermut Clásico Castell del Remei la forman vinos blancos de Macabeo, escogidos por su ligereza. Por otro lado, se maceran las hierbas aromáticas entre uno y tres meses para conseguir el potencial deseado de aromas y en una tercera fase se unen al vino base, consiguiendo un vermut de aproximadamente 15% vol de alcohol.
Diversos botánicos, diversos matices
Cada uno de los botánicos aporta un matiz distinto a esta receta que la bodega de crianza más antigua de Cataluña rescata en el nuevo vermut: notas herbáceas de la hoja santa, el amargor de la genciana o la frescura cítrica de la hierba gitanera.
La etiqueta de la botella de este Vermut Clásico es también un homenaje a aquella época de principios del siglo XX en la que Castell del Remei elaboraba no solo vinos, también licores y vermuts, una tradición que ahora se recupera en esta botella.
De color ambarino oscuro y brillante, el Vermut Clásico de Castell del Remei es muy aromático, con muchas notas de fruta y especias y un característico sabor dulzón y amargo a la vez, perfecto para tomarlo al estilo clásico, acompañado de una oliva, pero también con hielo, pomelo o con soda. Eso sí, siempre bien frío.
PVP: 8,95€
Vinos desde 1780
Castell del Remei inició su actividad vinícola en 1780 en Penelles (Lleida) con el propósito de elaborar vinos de crianza de calidad. Las privilegiadas condiciones geoclimáticas de la propiedad y el diseño de las instalaciones -sin parangón en la Catalunya de finales del siglo XIX- lo distinguieron como la primera bodega catalana concebida según el modelo de los admirados châteaux bordeleses. Bajo la dirección de Tomàs Cusiné y amparada en la DO Costers del Segre, la bodega elabora tres vinos tintos -Gotim Bru, Oda y 1780- y dos blancos -Gotim Blanc y Oda Blanc-.
Aunque Castell del Remei centra su actividad en la elaboración del vino, es mucho más que una bodega. El complejo de edificios que envuelve la finca disfruta de un encanto que revela la larga historia de la propiedad, que se desarrolla y crece también como destino enoturístico único en la Denominación.
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